“El ingrediente más importante es el cariño y amor con el que la hacemos”, reseña Ligia Pachón mientras con un cucharon de aluminio sazona la sopa que en minutos deberá servir a más de medio centenar de comensales que esperan en fila a pocos metros.
Ligia, junto a Yensi Chourio y otras vecinas de Carrizal, integra el grupo de mujeres voluntarias que cada viernes llega bien tempranito al terreno ubicado frente a la alcaldía para acondicionarlo y atender a quienes procedentes de todos los Altos Mirandinos asisten para comer.
“Es una iniciativa de Vanesa Rodríguez, ella tiene un gran corazón y ante tanta necesidad tuvo la idea de crear este programa”, agrega Pachón en referencia a la directora de Planificación Cultural y Programas Sociales. Se trata de “La Olla Solidaria”, un plan social que en cinco semanas ha alimentado a casi 500 personas cada viernes.
“Ayudar a toda esta gente es algo muy significativo para mi, lo que estamos viviendo no es fácil, es un paliativo, ojalá pudiéramos hacer sopa todos los días”, agrega la mujer mientras sirve el caldo de pollo y costilla a uno de los niños, “es un gran esfuerzo el que hacemos para brindarles algo caliente a tanta gente que no tiene nada que comer”. Lo único que deben traer los comensales es un envase y cubiertos.
Pachón cree que si todas las comunidades se organizaran se multiplicaría por mil los beneficiados, “si se unen vecinos, la iglesia, para replicar este tipo de iniciativas todos nos iríamos a dormir tranquilos sabiendo que ese niño, ese abuelo, esa madre desesperada que no tienen alimentos, se tomó algo caliente”.
“Hurgando en basura”
Desde las 10:00 de la mañana comienzan a llegar, algunos colaboran en acondicionar el terreno, otros soplan el fuego para evitar que la leña se apague mientras que los más viejos se sientan a esperar que el almuerzo este listo.
“Todo está organizado, anotamos a los que van llegando, le damos prioridad a los ancianos y niños, aunque garantizamos que todos coman”, reseña Vanesa Rodríguez, quien además de la comida ha incluido en las últimas semanas obras de teatro y pinta caritas para los asistentes, “se trata de ofrecerle una atención integral a nuestros vecinos más necesitados”.
Vecinos de Las Aguaditas, San Diego de los Altos, Los Teques e incluso San Antonio de los Altos, integran la fila de quienes esperan su turno para sentarse a tomarse un plato de sopa caliente. “Yo estoy agradecida y muy feliz, esto es algo grande que no se había visto antes, es un ejemplo a seguir que se debe agradecer”, indica Gladys Josefina Bravo, residente del casco central de Carrizal.
Bravo, mientras espera su turno, narra lo que producto de la grave crisis que atraviesa el país deben hacer sus 43 nietos y cerca 31 bisnietos para alimentarse, “salen a la calle todos los días a ver que comen a pedir; mi hija se va con sus hijos a sentarse en una mesa en la feria de comida de La Cascada a esperar que la gente coma para ver si le dan algo”, detalla visiblemente afectada.
“Hambre, hambre es lo que estamos pasando, esto no se había visto nunca en mi país, sino es por esta ayuda no sé donde estaríamos”, agrega.
Belkis Alvarado asegura sentirse abandonada por el Gobierno Nacional, “sino fuera por este programa de la alcaldía –Carrizal- hoy cumpliría tres días sin comer nada, en mi casa ni agua hay para beber”. Indica que caminó desde Brisas de Oriente hasta el casco central por que no tiene dinero ni para pagar el pasaje.
“Este tipo de ayudas deberían hacerse en todas las ciudades, lo que estamos viviendo es una autentica crisis humanitaria, hay gente que literalmente está muriendo de hambre ante la mirada indiferente de Maduro y sus ministros”, puntualizó Alvarado.
Daniel Murolo – [email protected] / @dmurolo