El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo hoy que Venezuela profundiza el «golpe de Estado» con la decisión de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), oficialista, de atribuirse las facultades de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), de mayoría opositora.
«La disolución fraudulenta de la Asamblea de Venezuela (AN) por la ANC es profundización del golpe de Estado en Venezuela«, tuiteó el diplomático uruguayo.
«La Asamblea (AN) fue elegida por el pueblo soberano por sufragio directo. Su disolución es ilegitima e inconstitucional», agregó en otro mensaje.
Almagro, una de las voces internacionales más críticas con el Gobierno de Nicolás Maduro, aprovechó para insistir en su llamado a los países de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para celebrar un Consejo Permanente extraordinario sobre la crisis venezolana en su sede de Washington.
«Hoy es más imperativo que nunca Consejo Permanente extraordinario de @OEA_oficial por crisis en #Venezuela», escribió.
La Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, integrada únicamente por oficialistas y elegida el 30 de julio, decidió hoy por unanimidad arrogarse las competencias para legislar del Parlamento, controlado por una contundente mayoría opositora.
El Parlamento es el único de los cinco poderes reconocidos en la Constitución venezolana que no se ha subordinado a la Constituyente.
Ya lo han hecho el propio presidente Maduro y los titulares de los Poderes Judicial, Electoral y Ciudadano, que la oposición considera al servicio del Gobierno.
Este es ya el tercer llamado de Almagro en los últimos meses a que los países americanos se reúnan en la OEA para abordar la crisis venezolana.
Los embajadores que quieren que la OEA medie en Venezuela desoyeron los dos anteriores, en julio y a principios de agosto, tras constatar en la Asamblea General de Cancún de junio que no tienen una mayoría suficiente para aprobar ninguna medida al respecto en el organismo.
La constatación definitiva de ese bloqueo la tuvieron en la reunión de cancilleres previa a la Asamblea de Cancún, cuando varias naciones caribeñas retiraron su apoyo en el último momento salvando al Gobierno de Maduro de una condena regional.
Pero Almagro no está dispuesto a que la OEA deje de ser el foro principal de la crisis venezolana en la región, por lo que insiste en pedir una reunión urgente del Consejo Permanente para aplicar la Carta Democrática, cuya última consecuencia es la suspensión.
Excluir a Venezuela del organismo -algo que Almagro ya pidió en marzo si no había elecciones generales- sigue siendo una medida que ese grupo de países ve como un último recurso al que no se puede llegar sin haber agotado la vía diplomática.
Además, ponen en duda la utilidad de esa sanción -con la que Venezuela dejaría de participar en sus actividades y programas- para solucionar la crisis. EFE