“Salimos de Mérida a las 3:00 de la tarde y llegamos a Los Teques a las 8:00 de la noche del siguiente día, la razón la unidad se accidentó dos veces, la primera vez se espichó un caucho claro por la gran cantidad de huecos que hay en las carreteras, luego se dañó el radiador, tardamos 18 horas de viaje”, dijo Astrid Lozada, quien agregó que todo el tiempo que estuvieron accidentados sintió pánico, sabe que las vías venezolanas son muy inseguras, son frecuentes los robos y muy poca la presencia de funcionarios de seguridad.
“Venía viajando con mis dos hijos de 9 y 12 años, le rogué a Dios que no nos asaltarán estuvimos varados sumando las dos oportunidades más de 7 horas, la primera vez que fue por el caucho estábamos en medio de la nada, la oscuridad nos arropaba y nunca pasó ni una patrulla militar, fueron tiempos de mucha zozobra. A diario escuchó y leo por las redes asaltos a unidades de transporte público, pienso que las líneas deben tener planes de contingencia, además debe existir mayor seguridad en la vías, al parecer los militares de este país solo están para reprimir las manifestaciones, ya que no cuidan al pueblo, ni siquiera las fronteras”, indicó Lozada.
Relatos como los vividos por los pasajeros de la unidad que salió desde Mérida son muy frecuentes, esto en la mayoría de los casos por el aumento en 500% de los repuestos de los vehículos, según cifras del gremio de conductores, solo en los Altos Mirandinos al menos el 60% de las unidades estaban paradas por falta de repuestos. Otro factor es el mal estado de las vías del país, lo cual afecta los cauchos y el sistema de rodamientos.
Transportistas se quejan a diario de los altos precios, señalan que las proveedurías no cubren las necesidades, por ello las unidades se han deteriorado de manera considerable, lo cual afectado al gremio en tal medida que se menciona que estar cerca de un paro técnico. BH
