A poco más de un mes de la «Noche Buena», los juguetes para el «Niño Jesús» brillan por su ausencia en los comercios tequeños; ni siquiera los buhoneros tienen alguno de los requerimientos de los pequeños del hogar, por lo que los regalos al parecer tendrán que ser adquiridos en Caracas o vía Internet.
Ya muchas de las cartas de peticiones de los niños están listas; destacan la solicitudes de patines, barbies, robots, carros armables y muñecos de las comiquitas de los canales infantiles.
Aunque muchos padres quieran mantener las tradiciones navideñas, la realidad es que es una tarea bastante difícil comprar los estrenos de las fiestas; esto, aunado a los regalos puede significar una inversión de casi un millón de bolívares, lo que para los padres que en aguinaldos no cobraron ni 200 bolívares resulta inalcanzable.
Otros padres como Johana Maldonado optaron por contarles a sus hijos la verdad sobre el niño Jesús; “los míos tienen 7 y 9 años y les expliqué que Dios nos daba empleos a su papá y a mí para comprar los regalos, pero que este diciembre sería difícil y debían escoger entre un estreno de ropa para una celebración y juguetes. Ambos decidieron que preferían ropa. Me dolió quitarles la ilusión, lastimosamente nuestros niños han sufrido mucho con la crisis del país, han tenido que crecer muy rápido».
Aquellos que desean mantener la ilusión del niño Jesús en sus hijos deben visitar jugueterías en Caracas, comprar por Internet o adquirir juguetes de segunda mano en las muy populares ventas de garaje.
Al ser consultados algunos comerciantes sobre la razón de la escasez de juguetes en los Altos Mirandinos, coincidieron en que están a precios muy caros porque el costo es promediado al precio del dólar negro. Una muñeca con un valor de 5 dólares puede costar casi 500 mil bolívares.
El comerciante Adrián Rufino refirió que este año no hizo pedido de juguetes; argumentó que la producción en el país de los productos de entretenimiento para niños es casi nula y la importación muy costosa. Destacó que llegaron muy pocos contenedores con mercancía, por lo que muchos padres optaron por pedirle a familiares y amigos que viven afuera los regalos de Navidad. BH/gf