Frío y nublado, así amaneció este lunes 25 de diciembre los Altos Mirandinos, con un temperatura promedio de 15 grados y con calles, bulevares y plazas vacías producto de una incesante llovizna y la ausencia de la llegada del Niño Jesús en muchos hogares producto de la crisis económica.
Solitario lució durante prácticamente todo el día el bulevar Las Minas, uno de los lugares por tradición seleccionado por grandes y chicos para estrenar los regalos de Navidad. “Es un ejemplo de lo triste que fueron estas fiestas”, reseñó Diego Vargas, mientras compraba churros en un puesto ambulante.
Similar lucieron las calles de urbanizaciones y las plazas de Carrizal, San Antonio de los Altos y Los Teques, en esta última un grupo de niños disfrutaban temprano de algunos juguetes en la Plaza Sorocaima, recientemente inaugurada en la entrada al barrio El Nacional.
Para Nereira Contreras la ausencia de niños en las calles no fue producto de la lluvia pasajera o la llegada de “Pacheco” –bajas temperaturas- sino porque “tristemente este año los regalos fueron pocos, atrás quedaron las bicicletas, patines, patinetas y carritos de batería que era lo que sacan los niños a las calles”, dijo la mujer.
Sin embargo la mayoría de las familias realizó un gran esfuerzo para mantener la tradición, “gracias a mi hermana que está viviendo en España y envió unos euros pude comprarle a última hora los regalos a Miguelito,” admitía este lunes Clara Carrasquel.
Daniel Murolo
