El Gobierno brasileño supo responder adecuadamente a la «catástrofe social» provocada por la fuga de miles de venezolanos de su país, pero tendrá limitaciones para atender a los refugiados en caso de que aumente el actual flujo, afirmó hoy un vocero del Parlamento Europeo.
«La estructura que fue montada por el momento está atendiendo al problema pero tiene límites. Si hay un crecimiento del flujo es probable que Brasil no tenga capacidad», dijo a Efe el eurodiputado portugués Francisco Assis, representante de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) en el Parlamento Europeo.
Assis encabeza una delegación del Parlamento Europeo que el martes visitó diferentes albergues para refugiados que Brasil construyó en Boa Vista, la capital del estado fronterizo de Roraima, y que este miércoles se desplazó hasta Pacaraima, en la frontera entre los dos países y por donde pasa toda la migración venezolana, para evaluar la situación en el terreno.
En Pacaraima, la delegación visitó las instalaciones provisionales montadas por el Ejército para atender a los cerca de 700 venezolanos que ingresan diariamente a Brasil por este paso fronterizo, de los que 400 solicitan refugio o residencia provisional en este país.
En estas instalaciones funcionan oficinas de la Policía Federal (que controla las migraciones) y otras instituciones brasileñas, así como de organismos internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Los ocupantes de los entre dos o tres autobuses con venezolanos que llegan a primera hora de cada día a la frontera pasan por las diferentes oficinas, comenzando por una en la que son vacunados contra diferentes enfermedades, principalmente sarampión, antes de poder ingresar oficialmente a Brasil.
El enorme complejo montado en madera y con tiendas de campaña forma parte de la llamada Operación Acogida, puesta en marcha por el Gobierno brasileño este año y que busca atender la cada vez más creciente llegada a Brasil de venezolanos que huyen de la crisis política, económica y social de su país.
«Además de verificar que hay un significativo flujo migratorio fruto de una crisis humanitaria en Venezuela, constatamos que hay una respuesta satisfactoria, que consideramos correcta y adecuada, de las autoridades brasileñas y de las diferentes organizaciones de apoyo», afirmó el eurodiputado.
«Claro que surgirán otros problemas que esperamos que tengan respuesta y sean resueltos, pero Brasil, de cualquier forma, necesitará apoyo para atender esta situación», dijo.
Sin ese apoyo, agregó, el problema puede convertirse en una crisis humanitaria en Brasil debido a que, sin la obtención de los documentos necesarios para seguir su viaje, los venezolanos «tendrán que ir a vivir a las calles y enfrentarían situaciones de miseria, hambre y total exclusión».
Esa situación ya es vivida por numerosos venezolanos que están acampados en las calles de esta pequeña ciudad fronteriza debido a que no cuentan con los documentos necesarios para seguir su viaje, por lo que, como pudo constatar Efe, ya es normal ver a las personas durmiendo en improvisadas carpas y preparando su alimentación a la vista de todo el mundo.
Según el jefe de la delegación del Parlamento Europeo, las autoridades brasileñas también son conscientes de que la solución para el problema no se limita a lo que pueda ser ofrecido a los venezolanos en el estado de Roraima.
«Es necesario promover otras iniciativas para permitir la internalización, que es enviar a estas personas a otras regiones de Brasil con más capacidad de absorción desde el punto de vista del mercado laboral y de las estructuras existentes», afirmó Assis.
Pese a que el Gobierno brasileño ya ha enviado a 527 venezolanos a las ciudades de Manaos, Cuiabá y Sao Paulo, las autoridades de Roraima se quejan de que su capacidad de acción está muy limitada por ser uno de los estados más pobres del país y que otras regiones y municipios se niegan a abrir sus puertas.
Assis afirmó que cuando regrese a Bruselas se reunirá con los eurodiputados que viajaron esta misma semana a Colombia, país al que ha emigrado la mayor parte de los dos millones de venezolanos que han huido desde 2005, para elaborar un informe con recomendaciones a la Unión Europea.
«Redactaremos un informe que de forma objetiva y clara denuncie y describa la situación. Y, si hay necesidad, la Unión Europea concederá apoyos porque hay fondos disponibles para situaciones de esta naturaleza», afirmó el legislador al referirse a la ayuda a los refugiados venezolanos en Brasil que tramita actualmente la UE, hasta ahora limitada a 5 millones de euros (unos 5,7 millones de dólares). EFE