Un nutrido grupo de diputados de la oposición en Venezuela partió este jueves en tres autobuses desde Caracas hacia el estado de Táchira (oeste), que hace frontera con la ciudad colombiana de Cúcuta, donde se almacenan ayudas destinadas a paliar la severa crisis que sufre este país.
Efe pudo constatar que al menos tres autobuses en los que viajaban los legisladores atravesaron la autopista Francisco Fajardo, que recorre Caracas, y que da acceso a la principal terminal aérea del país y a otras vías que conducen hacia las regiones del oeste venezolano.
No se conoció cuántos diputados ni quiénes exactamente iban abordo de los tres autobuses, que tienen una capacidad combinada para movilizar a cerca de un centenar de personas.
Se esperaba que el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, quien se proclamó presidente encargado de Venezuela hace casi un mes, liderara la comitiva, pero Efe no pudo confirmar que estuviera en alguno de los vehículos.
Su departamento de prensa tampoco respondió de inmediato si Guaidó finalmente viajará hasta la frontera con Colombia.
Con todo, el diputado Simón Calzadilla dijo a la televisión en línea VPI que Guaidó encabezará la caravana, que se unirá «a otras movilizaciones» antes de llegar a Táchira.
«Tengan la plena seguridad que para el día domingo cientos de miles de venezolanos estarán recibiendo su merecida ayuda humanitaria y estaremos más cerca de comenzar a sacar a nuestro país adelante», dijo el parlamentario.
El propio VPI reportó más tarde que miembros de la policía de carreteras de Venezuela detuvieron los autobuses para tomar datos y hacer fotografías antes de permitir continuar la marcha.
La oposición venezolana, que no reconoce el nuevo mandato de 6 años que juró Nicolás Maduro el pasado 10 de enero, asegura que el país atraviesa una «emergencia humanitaria compleja» y ha pedido ayuda a la comunidad internacional para atenderla.
Parte de esta ayuda se almacena en Cúcuta, y los opositores han señalado que la ingresarán al país este sábado en medio de una gran movilización ciudadana.
Pero Maduro rechaza recibir las donaciones, que asevera son un «regalo podrido» que porta el «veneno de la humillación», pese a que reconoce la crisis, que achaca a un presunto «bloqueo» y «persecución financiera» internacional contra su Administración.
Venezuela padece un momento de crispación política que se disparó en enero, cuando Maduro juró el nuevo período y Guaidó se proclamó como «presidente encargado», al considerar que Maduro «usurpa» la Presidencia, que ganó en uno comicios tachados como «fraudulentos».
La crisis política venezolana se acentuó en enero pasado, cuando Maduro juró un nuevo mandato de 6 años cuya legitimidad no reconocen la oposición y parte de la comunidad internacional, y Guaidó se proclamó luego como «presidente encargado», por considerar que el líder chavista «usurpa» la Presidencia.
Guaidó estableció como una prioridad el ingreso de ayudas para atender de forma inmediata a 250.000 personas en vulnerabilidad, y ha dicho que estas ingresarán «sí o sí» el próximo día 23. EFE
