«En una venezuela en crisis, el ciudadano busca una salida»
Eran casi las 11:30 de la mañana cuando la cola frente a la tienda Daka, ubicada en Boleíta avanzaba lentamente. Transeúntes y conductores que pasaban por la zona preguntaban sorprendidos sobre lo qué ocurría. Temían que se tratara de un nuevo Dakazo como el vivido en 2013.
“Hay descuento desde ayer”, contestó uno de los hombres al final de la fila. Era un joven que junto a su pareja acudió para intentar obtener un par de electrodomésticos que requerían desde hace algún tiempo.
La promoción que fue activada por la compañía dedicada a la venta de productos de línea blanca, línea hogar y línea electrónica inició al mediodía del miércoles y tiene una duración estimada de 100 horas o hasta agotarse la existencia. Fue anunciada por sus cuentas oficiales en redes sociales, en las que publicaron los precios en dólares.
El costo de un televisor de 32” es de 99$ mientras que un juego de 7 ollas es vendido en 69$ y un microondas en 59$. El salario mínimo integral en Venezuela se ubica actualmente en 300.000 bolívares, que en el mercado paralelo representa apenas 15$. Un trabajador que perciba este ingreso podría adquirir alguno de estos productos en aproximadamente 5 meses sin ningún otro gasto.
En medio de la crisis económica que afecta al venezolano se convierte en un fenómeno el hecho de que algunos ciudadanos destinen sus ingresos a productos que no son de primera necesidad. Algunos de los consultados en la cola indicaron que se trataba de un intento por renovar sus artículos del hogar, otros atribuyeron la posibilidad a sus ahorros y las remesas y el resto mencionó a revendedores que aprovechan la oportunidad.
“Como hay buenos precios, y también hay otro tema, con esta crisis todos los electrodomésticos que tiene la gente son del año de la pera y han ido quedando como obsoletos y definitivamente la gente está renovando, independientemente de que hay un sector de la población que sí puede comprarlos”, comentó Rafael Blanco, de 51 años y de profesión abogado, quien esperaba comparar precios en primera instancia.
El señor Dennis Rodríguez, ingeniero civil y profesor, se acercó al lugar luego de ver desde su casa la cola y reconocer que era por las ofertas que usualmente activa Daka. Acudió con la intención de adquirir un televisor pequeño, el que pagaría con dinero ahorrado.
“Ahorita a nadie le alcanza, estamos comiéndonos el dinero que tenemos y como toda la mayoría del país, tenemos hijos en el exterior que nos mandan algo”, dijo Rodríguez, de 70 años.
Otro cliente que prefirió no identificarse hizo referencia a los revendedores que también acudían para hacer uso de las promociones de Daka. Insistió que muchos llegaban en pequeñas camionetas de transporte o vehículos particulares y se identificaban por el número de productos y accesorios que llevaban.
Al principio de la fila de los vehículos se encontraba Estefanía, una enfermera de 27 años que esperaba ingresar a Daka desde las 9 de la mañana y sostenía que no había realmente otro sitio a dónde acudir por electrodomésticos económicos.
Mientras hablaba, una bulla que provenía de la movilización opositora se acercaba por la avenida Rómulo Gallegos para atravesar Boleíta y llegar a su destino, la sede de Corpoelec en El Marqués. La cola de Daka quedó en el medio del piquete de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que impedía el paso y la marcha que finalmente se desvió para lograr su objetivo. Nadie se movió.
