El Gobierno de Venezuela exigió este viernes a las autoridades de Portugal que realicen «una rigurosa investigación» sobre las «graves irregularidades» que habría cometido la aerolínea TAP en el vuelo que llevó a Caracas al líder opositor Juan Guaidó.
En un comunicado, las autoridades venezolanas expresaron «su condena» a «las graves irregularidades» que, sostienen, cometió la línea aérea portuguesa TAP en el vuelo que el pasado martes usó Guaidó para volver a Venezuela tras una gira internacional de 23 días.
Guaidó, a quien más de 50 de países reconocen como presidente interino de Venezuela, fue recibido a golpes y empujones por simpatizantes del chavismo cuando arribó al aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, que sirve a Caracas.
Según el Ejecutivo de Nicolás Maduro, las «irregularidades» que infringió la aerolínea lusa van en contra de las disposiciones en materia de seguridad que fija la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
El texto pasa a enumerar las supuestas «irregularidades» que TAP cometió en el referido vuelo y afirma que «se facilitó el abordaje» de Guaidó con «una identidad falsa» y «en claro desapego a las directrices sobre identificación de pasajeros» de la OACI.
Asimismo, las autoridades venezolanas insisten en la versión de que Juan José Márquez, tío del dirigente Juan Guaidó, «transportó materiales prohibidos» y «sustancias de naturaleza explosiva», lo que implicaría «una aún más grave violación» a las normas de seguridad de la aviación civil.
Este jueves, la Fiscalía imputó a Márquez por el delito de «tráfico ilícito de armas y explosivos», por lo que su abogado, Joel García, tildó la detención de su cliente de «vil y burdo montaje».
En el comunicado, el Ejecutivo de Venezuela exigió a su par portugués «las explicaciones correspondientes» y advirtió que las situaciones denunciadas sólo pudieron ocurrir con «la anuencia de las autoridades policiales de ese país».
Asimismo, Caracas consideró «ligeras y sin fundamento» las declaraciones que ofreció el jueves el líder de la diplomacia portuguesa, Augusto Santos Silva, en las que afirmó que se cumplieron los protocolos de seguridad en el vuelo de TAP.
Venezuela considera que las palabras de Santos Silva pretenden «minimizar tan grave situación» y «desconocer» los riesgos que ello implicó tanto para «la seguridad de los pasajeros» como para «la paz del pueblo venezolano». EFE