El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo el viernes que la decisión de permitir transacciones en divisas, que tomó hace unos meses tras 15 años de controles de cambio, ha sido correcta “en medio de una guerra”.
Maduro acusó a Estados Unidos de buscar dejar sin ingresos al país petrolero, que está sumido en una recesión y una hiperinflación, a través de sus sanciones, por lo que catalogó las medidas que aplica de necesarias para administrar una “economía en resistencia”.
El mandatario, reunido con periodistas extranjeros en el palacio presidencial, reconoció las desigualdades generadas por el permiso dado el año pasado para que los comercios fijen y cobren precios en dólares o euros, mientras el gobierno paga a sus empleados en bolívares, la moneda local.
“Los dólares que aportaba el Estado en la economía rentista petrolera, ahora los aporta la economía privada y ante la opción de reprimo o lo permito, yo tomé la opción de permitirlo y ha sido correcta”, comentó Maduro.
“Estoy consciente de las desigualdades que surgen de este proceso pero estamos en guerra y esas desigualdades serán superadas estructuralmente, lo verán”, agregó el mandatario, sin detallar qué acciones prevé tomar en los próximos meses.
La administración de Maduro mantiene vigentes las leyes que regulan los controles de cambio y precios.
Un grupo de empresarios venezolanos que se definen como “optimistas anónimos” cree que la liberación que inició la economía local es similar a la que emprendió China en los 80 y consideran que al gobierno le será difícil revertirla sin los enormes petroleros que recibía antes.
Maduro tildó como una ofensa y una acusación “grave” los comentarios de que su gobierno promueve el capitalismo, pero celebró algunos efectos de la flexibilización de los controles a la economía. “Esa opción ha permitido que la economía respire, se refresque”, destacó.
