El coronavirus Covid-19 ha provocado al menos 11.129 muertos en el mundo desde que apareció en diciembre pasado, según un balance sobre base de fuentes oficiales para las 7:00 pm de este viernes, hora de Londres.
Desde el comienzo de la epidemia se contabilizaron más de 258.930 casos de contagio en 163 países o territorios de todo el mundo, destacó AFP.
Desde las 7:00 pm del jueves se registraron 1.303 nuevas muertes y 26.250 contagios en el mundo.
Las últimas 24 horas los países que más fallecidos registraron son Italia con 627 nuevos muertos, España con 235 e Irán con 149.
La cantidad de muertos en Italia, que registró su primer deceso vinculado al virus a fines de febrero, asciende a 4.032. El país registró 47.021 contagios. Desde el viernes se registraron 627 fallecimientos y 5.986 nuevos contagios. Las autoridades italianas consideran que 5.129 personas sanaron.
China continental (sin contar Hong Kong y Macao), donde la epidemia estalló a finales de diciembre, tiene un total de 80.976 personas contagiadas, de las que 3.248 murieron y 71.150 sanaron totalmente. En las últimas 24 horas se han registrado 48 nuevos casos y tres fallecimientos.
Después de Italia y China, los países más afectados son Irán con 1.433 muertos y 19.644 casos, España con 1.002 muertos (19.980 casos), Francia con 450 muertos (12.612 casos), y Estados Unidos con 205 muertos (14.250 casos).
Desde jueves a las 7:00 pm Perú, Serbia y Gabón anunciaron las primeras muertes vinculadas al nuevo coronavirus en su territorio. Haití, Las Islas Vírgenes americanas, Santa lucía, Cabo Verde y Madagascar también diagnosticaron sus primeros casos.
El viernes a las 7:00 pm de Londres y desde el comienzo de la epidemia, Europa sumaba 122.707 contagios (5.976 fallecidos), Asia 94.735 (3.432), Medio Oriente 22.110 (1.452), Estados Unidos y Canadá 14.927 (214), América Latina y el Caribe 2.633 (25), Oceanía 917 (7) y África 907 (23).
Este balance fue realizado utilizando datos de las autoridades nacionales recopilados por periodistas y con informaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los criterios para elaborar los balances y las prácticas de triaje para la toma de muestras varían según los países.
El ministro de Salud, Roberto Speranza, firmó un decreto para cerrar parques, espacios verdes y jardines públicos del 21 al 24 de marzo en toda Italia, una medida ya adoptada por numerosos municipios antes.
También prohibió las actividades lúdicas y deportivas al aire libre, permitiendo a la gente hacer ejercicios «individualmente, cerca de su propia casa y respetando una distancia mínima de un metro de las demás personas».
Los gobernadores de las regiones del norte de Italia, las más ricas del país y las más afectadas por la epidemia, piden aún más cierres de actividades económicas y el despliegue del ejército para hacer cumplir las medidas.
«Lamentablemente, incluso hoy las cifras no van en la dirección correcta, ni en lo que respecta a las nuevas infecciones ni en lo que respecta a las muertes», que aumentan «de manera importante», declaró el viernes Attilio Fontana, gobernador de Lombardía, foco de la epidemia en Italia.
Stefano Bonaccini, gobernador de Emilia-Romaña, la segunda región más afectada de Italia después de Lombardía, prohibió la mayor parte de las actividades al aire libre el jueves.
El personal médico advierte de una situación de «caos» en el sistema sanitario ante unas plantillas diezmadas por los contagios y la falta de material y camas de unidades intensivos que, según diferentes fuentes, está llevando a escoger qué pacientes reciben estos tratamientos.
«Vienen los días peores», a medida que el país se acerca «al punto máximo», avisó el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
España es ahora el tercer país del mundo con más casos, lo que puede explicarse por su mayor capacidad que otros para realizar pruebas.
La situación más angustiosa se da en la región de Madrid, que concentra algo más de un tercio de los casos, y 628 fallecimientos (63% del total), 130 de ellos en las últimas 24 horas.
Desde el sábado pasado, la población española está sometida a un confinamiento casi total, por el que la gente sólo puede salir de casa para comprar productos de primera necesidad o acompañar a personas dependientes.
Las calles de las grandes ciudades están vacías, los supermercados controlan el aforo para evitar focos de contagio, y miles de patrullas policiales vigilan dentro y fuera de las urbes que se cumpla el confinamiento.