La campaña para las elecciones autonómicas del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid terminó este domingo con dos bloques enfrentados: PP, Vox y Ciudadanos por un lado, y PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos por otro, cuyos candidatos han vuelto a echar mano en los mítines de términos como “fascismo”, “democracia” y “libertad” en una contienda marcada por la ideología.
Los actos de cierre de campaña tuvieron un ambiente festivo, con música e incluso fuegos artificiales incluidos, aunque en los discursos de los candidatos quedó patente la tensión política y la polarización entre bloques que han marcado las semanas previas a los comicios.
La presidenta madrileña y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, puso el foco nuevamente en el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al pedir el voto para lograr una amplia mayoría que le permita gobernar en “libertad” y evitar “las injerencias de la Moncloa más tiempo”.
“El problema de Madrid es Pedro Sánchez, no al revés”, sostuvo Ayuso, que ha defendido ante un público entusiasta su decisión de mantener la actividad abierta tras el pico de la pandemia, en contra incluso de su exsocio de Gobierno de Cs.
En la misma línea, el presidente del PP, Pablo Casado, pidió unir el voto en el Partido Popular como “única vacuna contra el sanchismo” para conseguir un gobierno “en libertad” y cambiar el futuro de España”.
Pedro Sánchez, en cambio, evitó mencionar a Ayuso en su mitin, pero ha advertido de que un posible pacto entre el PP y Vox que les permitiera gobernar tras las elecciones en Madrid podría ser el “principio del fin” de una democracia “vigorosa” y “plena de derechos y libertades”.
Frente a un Gobierno autonómico que “ataca a todos y por todo”, ha dicho que el 4 de mayo puede haber otro Ejecutivo que tenga como objetivos “vacunar, lograr la recuperación económica y proteger a los más vulnerables”.
“Vamos a cambiar Madrid. Si nosotros no vamos a votar, ellos se quedan. Conviene no olvidar que si nosotros no vamos, solo van ellos. Si no vamos a votar, perderemos todo”, apuntó el candidato socialista, Ángel Gabilondo.
Mucho más combativo, el cabeza de lista de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, llamó a votar para defender la democracia y mandar a la oposición a sus “enemigos”, en referencia al PP y a Vox, a quienes ha acusado de querer “parasitar” los servicios públicos. Arropado por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la vicepresidenta tercera del Gobierno, Yolanda Díaz, Iglesias ha acusado al PP de “normalizar” el fascismo y de banalizar “la mayor amenaza contra Europa en el siglo XX” y ha asegurado que la derecha española no ha creído nunca en la democracia sino en “el poder”.
También ha centrado sus críticas en la derecha la candidata de Más Madrid, Mónica García, especialmente en el PP y el Gobierno de Ayuso, a los que ha acusado de “abandonar a nuestros mayores en la residencias”, hacer lo propio con sanitarios, profesores y autónomos, sumar “años y años de corrupción” y una legislatura “con cero leyes, cero presupuestos y cero ayudas”.
“Madrid es la hostia y nos lo están robando”, lamentó la candidata, que aspira a cambiar “el odio por la convivencia”, y a la que han acompañado en su mitin el líder de Más País, Íñigo Errejón, y la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, Rita Maestre, entre otros.
El candidato de Ciudadanos, Edmundo Bal, pidió a los moderados que rechazan el enfrentamiento que no se queden en casa el 4 de mayo para demostrar que son “mayoría” y ha augurado que acabará en el Gobierno madrileño tras hacer una campaña electoral “educada, elegante y tolerante”.
“No os arrepintáis el día 5 de mayo de no haber ido a votar. El día 5 de mayo nosotros vamos a ser el Gobierno de Madrid, el Gobierno donde no tienes que elegir, donde lo tienes todo, las políticas sociales, los impuestos bajos. Todo. Voy a ser el presidente de todos, voy a ser el Gobierno de todos”, ha asegurado Bal junto a la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.
Por su parte, la candidata de Vox, Rocío Monasterio, ha pedido el voto para proteger la región de la izquierda y de “sus políticas que traen ruina”.
“Esa izquierda pija que va a Vallecas de turismo, que ha abandonado los barrios, que llama xenófobo al vecino que pide seguridad en las calles”, añadió.
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha criticado a Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Ángel Gabilondo pero también la “equidistancia respecto al Gobierno” del PP de Pablo Casado, al que ha acusado de ser “la veleta azul”.
“Vox es de verdad, es un movimiento social y patriótico auténtico que está llamado a ser la principal fuerza política del país muy pronto”, aseguró en el mitin, tratando así de marcar distancias con los populares.
Claves de la elección
Con 6,7 millones de habitantes y un 20% del PIB nacional, Madrid es la tercera más poblada y la más rica de las 17 regiones de España. Un 72% de las 2.000 empresas más grandes de España están asentadas allí, según el ministerio de Industria.
Aunque el sistema descentralizado español otorga amplias competencias a sus regiones, Madrid es el centro del poder político y mediático. En ocasiones, la región recibe el apodo de la “joya de la corona” debido a la relevancia nacional que recibe su dirigente regional que, desde 1995, ha sido del conservador Partido Popular (PP).
La gestión de la pandemia fue un asunto central de la campaña al haber sido Madrid epicentro de la primera ola de contagios. En marzo de 2020, la región reunía un 40% de los casos en España. Una catástrofe sanitaria que llevó a las autoridades regionales a instalar una morgue provisional en una pista de patinaje sobre hielo y a levantar un hospital de campaña en un palacio de congresos. El número de casos y fallecidos por COVID-19 en la región sigue siendo de las más altas de España, aunque inferior a las cifras de París, por ejemplo.
Gran favorita de las elecciones, Díaz Ayuso antagonizó con la política de restricciones del gobierno de izquierdas Pedro Sánchez y apostó por más permisividad para salvaguardar la economía.
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