La insuficiencia de oxígeno medicinal, la saturación de las unidades de terapia intensiva (UTI) y la falta de medicamentos han comenzado a asfixiar a las ciudades bolivianas de Santa Cruz y Cochabamba, las más afectadas por la tercera ola de la covid-19 que azota al país. A unos 55 kilómetros de la central Cochabamba, en la localidad de Arbieto se encuentra la planta Oxígeno del Valle, que opera las 24 horas del día y hace «maravillas» para intentar abastecer la creciente demanda, explicó a Efe su jefe de planta, Amílcar Huanca.
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