Con Neymar como el emblema de la selección brasileña, los dirigidos por Tite se enfrentan al combinado peruano en la primera semifinal de la Copa América, en un duelo que el conjunto inca podría ver como una revancha de la final de la edición anterior de este campeonato, en la que cayeron 3-1 en el Maracaná.
El partido arrancó sin mayores oportunidades de gol, con ambos elencos luchando no sólo por adueñarse del balón, sino también por poder asentarse en un terreno de juego que, como en todo el certamen, está lejos de tener un estado aceptable. La primera situación del partido fue a los 7 minutos, cuando Richarlison pudo romper con un pique al vació por derecha, dejó en el camino a Pedro Gallese y lanzó un centro atrás al quedarse sin ángulo. Quien apareció en velocidad fue Neymar, que no pudo definir con comodidad porque llegó mal pisado y pateó desviado.
Con el correr del cronómetro, el local se fue adueñando de la posesión del balón y empezó a acercarse al arco de Gallese. El arquero peruano tuvo que aparecer para tapar un tiro libre potente y lejano de Casemiro y otra de Everton, en una acción individual por derecha del punta. Pero la gran aparición del portero fue a los 18 minutos en una triple tapada espectacular.
La primera fue un tiro de media distancia de Casemiro que lo rechazó volando contra su palo izquierdo. Después le ahogo con el pecho el grito a Neymar, quien apareció libre en el centro del área y pateó una especie de penal en movimiento tras un buscapié de Paquetá. Finalmente, en ese rebote, se lució con una estirada fantástica para contener un disparo frontal de Richarlison a quemarropa.
Con información de Infobae