Miles de personas marcharon con una fuerte presencia policial por el centro de Lima con el objetivo de llegar al citado barrio de Miraflores en las próximas horas.
Los manifestantes, muchos de ellos ataviados con banderas de Perú y la wiphala, usada con frecuencia por algunas comunidades indígenas, exigen la renuncia inmediata de la presidenta, Dina Boluarte, el cierre del Congreso, nuevas elecciones para 2023 y la convocatoria a una asamblea constituyente.
«Dina asesina, renuncia genocida», «Ni un muerto más, Dina renuncia» y fotos y nombres de personas fallecidas en las últimas semanas acompañaron las protestas.
Además, la marcha contó con banderas y carteles de los distintos departamentos y localidades desde las que han viajado protestantes, así como proclamas en quechua.
Al poco tiempo de comenzar, se registraron incidentes ocurridos en varias calles del centro, entre ellas, el jirón Azángaro, en las inmediaciones de la sede de la Cancillería y de la Defensoría del Pueblo, y en la avenida Abancay, que conduce hasta el Congreso.
En estos y otros puntos, la PNP dispersó con bombas lacrimógenas a los manifestantes, mientras ellos lanzaban piedras, palos y otros objetos contra los agentes.
Las protestas antigubernamentales han causado la muerte de 54 personas desde que empezaron a principios de diciembre, tras el fallido golpe de estado de Castillo.