Decenas de trabajadores de la aerolínea de bajo coste Viva Air, marcharon el pasado jueves en Bogotá (Colombia) por «despidos masivos» de esa compañía, al tiempo que pidieron al Gobierno intervenir para salvar los empleos que se pierden por la quiebra de la empresa.
El presidente de la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles (Acdac), Juan Esteban Villa, dijo a EFE que solicitan al Gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro, una «intervención por los empleados de Viva» que allí al «despido masivo configurado en unos retiros voluntarios, aduciendo la crisis de la empresa».
La Superintendencia de Transporte de Colombia abrió el pasado miércoles una investigación administrativa y formuló cargos contra Viva Air por suspender súbitamente sus operaciones el lunes pasado, afectando a los usuarios.
La medida se tomó mediante una resolución por «el presunto incumplimiento» de la ley «debido a la suspensión súbita de sus operaciones» el pasado 27 de febrero, «afectando a los usuarios que ya contaban con reservas emitidas y confirmadas».
Villa aseguró a EFE que en noviembre del año pasado también hicieron un plantón para alertar sobre la crisis de la compañía y que ninguno de los implicados «se ha expresado en favor de los empleados».
«En este momento se han visto afectadas alrededor de 6.200 familias«, dijo el líder sindical, al tiempo que llamó a todas las partes implicadas a «buscar alternativas para que los empleos no se pierdan y que la compañía subsista».
Mientras tanto, Cristian Martínez, tripulante de cabina, expresó a EFE que para ellos lo urgente es que la Aeronáutica Civil (Aerocivil) se pronuncie rápido sobre la integración de Avianca y Viva Air.
En noviembre pasado, Avianca y Viva Air apelaron una decisión de la Aerocivil de rechazar la integración de ambas compañías al considerar que esta puede generar una indebida restricción de la competencia.
Por otro lado, la superintendente de Transporte, Lucy Ospina, señaló que la decisión de Viva Air de los aviones afectó a 466.604 usuarios que tenían reservas confirmadas al 27 de febrero, fecha de la suspensión de las operaciones.
Adicionalmente, pudo verificar, mediante la página web de la aerolínea, que se continuaban vendiendo tiquetes, y que para la misma fecha, ya se habían vendido 5.750 reservas.
La situación para los pasajeros ha ido mejorando paulatinamente, porque han sido acomodados en aviones de otras aerolíneas o también compraron pasajes en otras compañías.
La compañía, que tiene su centro de operaciones en el aeropuerto José María Córdova (Medellín), opera 35 rutas internas y vuelos a Argentina, Perú, Brasil, México y República Dominicana.
El anuncio de la suspensión de operaciones provocó protestas y agresiones verbales en los aeropuertos El Dorado, de Bogotá; José María Córdova, de Medellín; Ernesto Cortissoz, de Barranquilla, y Rafael Núñez, de Cartagena, principalmente.
