Un degollamiento puede estar también inducido por la ira, pero se prevé, calcula y ejecuta con saña-odio, que es una situación mucho peor y habla de una auténtica crisis de valores
Por una pura casualidad, oí parte de la misa que el cardenal Urosa Savino ofreció en los días santos. No fue que decidí irme a Caracas para oírlo, fue que en un momento del miércoles santo, veía un canal de TV y colocaron una parte de la misa.
En un momento de la misa, Urosa Savino trató de hablarnos de la violencia. Digo que nos trató de hablarnos de eso, porque entendí que no hablaba de eso. Simplemente trataba de gastar el tiempo de su misa y salir de ahí.
En esa parte en la que se refirió a «cuestionar» la violencia, tomó un cierto tiempo para decirnos que no compartía la situación que se prestaba en algunas ocasiones con los linchamientos. Quería decirnos que no compartía esa práctica.
Al oírlo y ver cómo planteaba el asunto en particular, se le vio toda la costura a su discurso frente al Nazareno y las preguntas fluyeron casi automáticamente.
¿Hay alguna diferencia entre todo ese discurso en esa misa y la Ley de la Amnistía? ¿Es de verdad que Jorge Liberato Urosa Savino está apostando contra la violencia? ¿Está con la justicia y la paz?
Pero estas preguntas se fueron por otra vertiente. ¿Cómo es que Jorge Liberato Urosa Savino no está de acuerdo con el linchamiento? ¿Qué diferencia existe entre esta perversa abominable práctica y el degollamiento? ¿Cuál de dos estas situaciones es más perversas, criminal e inhumana?
Un linchamiento que, por supuesto, debemos cuestionar enérgicamente, pienso que sucede en un momento de repentina ira y rabia. Descubren infraganti a un choro y algunos se creen con el poder de hacer justicia con su linchamiento.
Un degollamiento puede estar también inducido por la ira, pero se prevé, calcula y ejecuta con saña-odio, que es una situación mucho peor y habla de una auténtica crisis de valores, que Jorge Liberato Urosa Savino también «omitió». Esto no pasó por la mente de Urosa Savino.
Ahí se atascó y supo ubicarse subliminalmente en un territorio, donde suceden lamentablemente estos sucesos de linchamiento. «Omitió» el degollamiento y el tito con rabia y odio planificado a la cabeza de un venezolano para sacar a alguien. Todo esto se pretende legitimar en una ley de amnistía que, por supuesto, Jorge Liberato Urosa Savino no tenía en su chuleta y se le «olvidó» tratar.
Evaristo Marcano Marín
aporrea.org
