Hay que reconocer que los atacantes le demostraron al mundo de qué lado están: siempre contra Venezuela, aunque hagan lo mejor que saben hacer, es decir, el ridículo
Tanta armonía al interior de la MUD da envidia… si no pregúntenselo a Timoteo Zambrano, que ante su declarada posición de estar en contra de quienes pretenden sacar a Venezuela del Mercosur, ha recibido una andanada de desplantes públicos por parte de los que se consideran gente decente y pensante, de la que tanto abunda en la oposición de por estos lados.
Todos en política entendemos que se declaren divergencias públicas, pero en el caso del diputado Timoteo, cuyo abolengo y pedigrí adeco no debiera ponerse nunca en duda, hoy es víctima de sus propios compañeros de ruta, que con saña y no poca fruición apalean al diputado por apenas balbucear algo que se parece a la defensa del país y nuestra permanencia en Mercosur. En este punto hay que reconocer que los atacantes le demostraron al mundo de qué lado están: siempre contra Venezuela, aunque hagan lo mejor que saben hacer, es decir, el ridículo.
Impresiona hasta la condena las amenazas contra la vida e integridad física de familiares y la suya propia señaladas por el Coordinador de Internacionales de la MUD a través de un comunicado público. La psicología puede entender que ventilen públicamente las divergencias que puedan tener con un adeco, al fin y en cuenta los blancos como Henry Lisandro Ramos Allup han sido muy malos con el país, pero han sido peores con la oposición; ahora, amenazar la vida de los dirigentes y hacerla extensiva a la familia ya es un campo para psiquiatras y criminalistas.
En su comunicado, Timoteo deja claramente asentado de dónde vienen las amenazas, de sus propias filas opositoras, de los mismos que se dicen pacíficos y que marchan todos juntos agarrados de las manos en el este caraqueño.
Impresiona también la falta de rubor y escrúpulos, de vergüenza y bochorno, de estos opositores que se colocan al lado de los presidentes de Brasil, Argentina y Paraguay. Dos vienen de un golpe de Estado parlamentario y otro llegó a la presidencia prometiéndoles el cielo a los argentinos y les trajo de nuevo el infierno fondomonetarista.
Poco o nada les importa las medidas antipopulares de Macri, los escándalos de Carter ni los planes de privatización de Temer. Nada les preocupa que estos presidentes sean odiados por sus propios pueblos, con tal de que le pongan una zancadilla al gobierno chavista de Maduro, cualquier vastedad y desmedida está previamente justificada.
Poco o nada implican esas maniobras, porque en lo inmediato para qué vamos a estar en un Mercosur en donde la mayoría de los gobiernos son hambreadores; además que esa alianza sin los Kitchner, sin Mujica o Lugo, sin Dilma o Lula debe ser de lo más aburrido del mundo.
Tal vez los opositores que desguañingaron públicamente al diputado y aquellos que lo amenazaron a él y a su familia asuman que es correcto apoyar a esos presidentes de muy dudoso proceder. Cavilando sobre estas acciones de quienes se dicen ser muy venezolanos y que están luchando por volver al poder, para hacer lo mismo que le están haciendo a la gente en Brasil, Argentina y Paraguay… o tal vez para hacerlo peor… eso también habría que preguntárselo a Timoteo.
José Ramón Rivero
aporrea.org
