”Harina y no funcionarios de la superintendencia es lo que necesitan los panaderías”, reseñó este domingo Olga Briceño, mientras esperaba su turno para comprar pan en un establecimiento ubicado en la calle Guaicaipuro de la capital mirandina.
La mujer, quien al igual que cientos de altomirandinos deben “cazar” a diario la panadería que sacará el producto para poder comprar tras permanecer hasta dos horas en cola, respondió al anunció hecho la mañana de ayer por el Superintendente William Contreras, quien aseguró que a partir de hoy –lunes- serán integrados más de 200 nuevos funcionarios al “Plan 700”.
“Ese fulano plan, al menos aquí en Altos Mirandinos, fracasó”, agregó Douglas Bello, otro de los tantos residentes de la zona que debe esperar en largas filas cada día para comprar pan. “Mientras no entiendan que el problema es la falta de harina seguiremos aquí, haciendo cola”, sentenció.
Los nuevos funcionarios estarán distribuidos en un aproximado de 680 panaderías de la región capital, con una presencia permanente, entre los horarios comprendidos de 7 de la mañana a 7 de la noche, cumpliendo con el objetivo de “garantizar la producción del pan y la atención de la población” aseveró William Contreras.
“Pueden ponerlos a todos aquí, en la puerta de la panadería, igual no saldrá pan por una sencilla y elemental razón: no tenemos materia prima –harina- para producir”, respondió uno de los panaderos.
Las largas filas no han cesado en los últimos meses en los tres municipios que conforman la región altomirandina. Algunos dueños de establecimientos reiteran que además de la escasez de harina la poca que llega es “acaparada” por un panadero con conexión directa con representantes del gobierno. Piden transparencia en el suministro del codiciado producto.
Daniel Murolo
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