“Tanto la convocatoria, la elección de sus integrantes y la actuación de la Asamblea Nacional Constituyente configuran un fraude continuado contra la Constitución Nacional de 1999 y en detrimento al Estado de Derecho en Venezuela porque se ha convertido en un Tribunal de Inquisición al estilo medieval cuando a los herejes católicos se les torturaban, quemaban o eran objeto de la pena de muerte sin que mediara ningún mecanismo de defensa o de control institucional debido a que no existía ningún poder superior capaz de hacerle contrapeso”, aseguró el politólogo Sergio Graffe.
Recordó que el artículo 347 de nuestra Carta Magna establece que los objetivos de una Asamblea Nacional Constituyente es “transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva constitución”, pero ninguna decisión que ha tomado la actual ANC está relacionada con el espíritu del legislador de 1999 y más bien ha pervertido el sentido del artículo 349 cuando afirma que “los poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la Asamblea Nacional Constituyente” porque éste se refiere taxativamente a los tres objetivos del 347 y no a criterios sobrevenidos para mantener en el poder a la élite gobernante.
“La reciente reforma de facto que hizo la ANC de la Ley Orgánica de Partidos Políticos, Reuniones y Manifestaciones Públicas violentó el artículo 32 porque éste establece que un partido debe renovar su listado de militancia cuando no haya participado en dos ocasiones en elecciones nacionales pero se le cambió su sentido al exigir que esa condición es para las organizaciones que no hayan participado una vez en elecciones nacionales, regionales o municipales y con lo cual están sacrificando la vigencia de Voluntad Popular, Primero Justicia y Acción Democrática; pero además, eliminaron las dos únicas alcaldías metropolitanas que existían en el país, la de Caracas y la del Alto Apure, que son gobernadas por autoridades críticas al gobierno de Maduro”, dijo.
Graffe agregó que uno de los grandes problemas que está afrontando esta actual fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente es que sus decisiones son cada vez más impopulares debido a que no actúa en función de resolver los grandes problemas del país, como el de una inflación que podría detonar un estallido social o el de una inseguridad que supera la capacidad de respuesta de los organismos del Estado; pero considero que la resolución de esta tragedia es un asunto de tiempo y no sería extraño que surja un candidato unitario que sea producto de la presión popular para que la salida no sea por un Golpe de Estado o una invasión extranjera porque el daño sería mayor.
Daniel Murolo
