Con bombas lacrimógenas y detonaciones al aire efectivos tanto de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) como de la Policía de Carrizal dispersaron la madrugada de este viernes a un grupo de personas que esperaba a las puertas del supermercado Superlider en la Panamericana.
«Llegaron echando plomo a las 2 de la mañana», reseñó Libia Useche, quien no justificó la acción que calificó como represiva por parte de los cuerpos de seguridad del Estado.
«Tenemos hambre, es el pueblo de Bolívar que hoy muere de hambre y la respuesta es plomo», agregó la mujer, quien narró que lleva dos días haciendo cola a un costado de la Panamericana esperando para poder comprar harina a precio regulado.
A pesar de la acción policial se mantiene una gran cantidad de personas frente al referido centro de abastecimiento, mientras que un cordón de la GNB vigila para neutralizar cualquier alteración del orden público.
El jueves un grupo de personas de la tercera edad denunciaron que efectivos castrenses cobraban para permitir el acceso al supermercado, aseguraron igualmente que los llamados bachaqueros pagan hasta Bs 350 mil a los efectivos a cambio de que les permitan ingresar hasta con 50 cédulas.
La falta de alimentos en los abastos y automercados en los Altos Mirandinos empeoró tras las fiscalizaciones de la Sundde. Los anaqueles lucen vacíos y los pocos productos son importados con precios «incomprables» para la mayoría.
Daniel Murolo
