
El coordinador de Voluntad Popular en el Municipio Carrizal, Carlos Javier Arencibia, destacó que el pasado domingo se realizó una nueva farsa electoral en la que los venezolanos demostraron su indisposición a participar puesto que es una vía mediante la cual no es posible elegir a sus representantes, sino que por el contrario solo sirve para legitimar fraudes cometidos por un árbitro parcializado a favor de la Dictadura, pero que eso ya pasó y es hora de unirse para desconocer a Maduro y su régimen.
“Venezuela demostró no estar dispuesta a votar en Dictadura porque sabe que con ello en vez de manifestar su opinión y apoyar opciones con posibilidades de asumir espacios de representación, lo que logra es sumar una estadística para un disfraz de democracia inexistente. Votar en este país es muy diferente a elegir, y como cada elección posterior a la Constituyente ha sido absolutamente ilegitima, también estos nuevos concejales son ilegítimos y no representan a nadie. Sin embargo, hay que seguir adelante y proponiendo para una ruta de cambio, como siempre hemos hecho, que en este caso gira en torno a la ilegitimidad de Maduro después del 10 de enero”, expresó.
En ese sentido, adelantó que el país se dirige a un escenario de mayor conflictividad política en 2019 debido a que el 10 de enero se acaba el período presidencial de Nicolás Maduro (2013- 2018), razón por la cual más de 40 países han manifestado que no lo reconocerán como mandatario, al igual que no lo harán Voluntad Popular y otras organizaciones.
“Debemos estar preparados para desconocer a un régimen ilegítimo y hacer del 10 de enero un punto de quiebre que movilice a la gente en la calle o en la huelga, pero que sobre todo remueva la conciencia de nuestros hermanos militares que sufren la crisis tanto como nosotros y deben unirse codo a codo para restituir el orden constitucional ante la usurpación del poder”, dijo.
Destacó que una vez recuperada la democracia en el país debe haber un “reseteo” donde instituciones imparciales sirvan de jueces para elegir a todos los representantes del Poder Público, desde concejales hasta al Presidente, como un objetivo de la transición.
Además, instó a los diputados de la Asamblea Nacional a sentar las bases de esa nueva Democracia, para lo cual propone revisar la vigente Ley de Procesos Electorales pues considera que deben reformarse criterios que “excluyen totalmente a las minorías, facilitan los monopolios políticos y con ello promueven un sistema donde quienes ejercen el poder pueden aplastar a sus adversarios tanto en una estabilidad institucional y mucho más en una Dictadura absoluta como la actual”.