El dinero, fraccionado en más de un millón de billetes, llegó el pasado abril en un vuelo procedente de Colombia y la documentación que justificaba su exportación estaba falsificada, ha informado la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.
Los documentos señalaban que los billetes, cifrados en 80.000, 1.000.000 menos de la verdadera cantidad, tenían un carácter numismático, dado que el principal encausado tenía un establecimiento en Valencia dedicado al estudio y coleccionismo de monedas y billetes.
Al detectar el envío, los agentes de la Unidad Fiscal y de Fronteras del instituto armado contactaron con las autoridades venezolanas, que constataron que este tipo de exportaciones no están autorizadas por su Banco Central de Venezuela y por tanto son irregulares.
Es por ello que establecieron un dispositivo de vigilancia en torno a la mercancía y observaron que uno de los cuatro sospechosos -algunos de ellos miembros de la misma familia-, una vez aterrizado el dinero, se trasladaba a la capital con una furgoneta alquilada.
En ella cargaba los billetes y lo trasladaba a una vivienda en una población cercana a la ciudad de Valencia, donde los ocultaba hasta que el cabecilla de la trama comprobaba que todo estuviese en orden.
Más tarde, los billetes salían a través de la tienda de numismática, obteniendo beneficios gracias a que habían declarado un número muy inferior de billetes en la aduana española y por tanto habían pagado menos por su exportación.
Un informe a la Agencia Tributaria confirmó las sospechas de los investigadores y procedieron a la detención de los cuatro sospechosos por un delito de contrabando.
Son tres hombres y una mujer, que ya han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.
Con información de La Patilla
