Y mientras tanto, en la pequeña Venecia, ahora sí nos parecemos a la ciudad de los canales y las góndolas en Italia; con el agua hasta el cuello. La diferencia, acá nos quedamos hundidos en la miseria de las mentes de gobernantes mediocres y de más de seis millones de personas que siguen creyendo en pajaritos preñados y en dinosaurios morados (sin ofenderte Barney). Digo más de seis millones, porque todos sabemos que el sentido común privó en las pasadas elecciones, pero con esta bandada de mafiosos, es más difícil de pegarla que los indios en las películas de vaqueros. Haciendo un paréntesis, la desfachatez más grande de todas las desfachateces. El CNE se va a hacer una auditoria ellos mismos, cuando ellos son acusados de fraude. Es decir, investigan a Pinilla por malversación de fondos, pero la investigación la hago yo mismo. ¡Democracia roja!
Pero siguiendo el tema, y mientras tanto, en las calles, seguimos literalmente pariendo. ¿Es que el oficialismo de abajo (el que vota, el que milita y recibe migajas o nada) no entiende que estamos pasando necesidad? A veces pienso que yo vivo en un país distinto, definitivamente yo estoy en Mordor y ellos viven en La Comarca de El Señor de los Anillos. Sí, porque mientras veo a personeros del gobierno hablar de avances, de tecnología, crecimiento económico, resulta que caen cuatro gotas y se va la luz más de 12 horas. Pero no conformes con tenernos sufriendo con velas, tipo siglo XIX, Hidrocapital tiene problemas en una bomba, en no sé qué parte. Resultado: Más de 24 hora sin agua y hediendo a guaralito pa´ guindar mondongo. No hace más de veinte días, un tubo se rompió cerca de mi casa y como no había cuadrilla para reparar, simplemente cerraron la llave y dejaron a la urbanización San Luis y San Rafael, en San Antonio de los Altos, sin agua una semana entera.
Y mientras tanto, la culpa es de la derecha. Es increíble realmente que no tengan la capacidad de asumir un error tras catorce años de gobierno. Siempre alguien los sabotea. Es decir, no trabajo, no salgo a ganar dinero, no cuido mi casa, pero la culpa es del vecino que me está saboteando. ¡¡Por favor!!
Y mientras tanto, el gobierno acusa a la empresa privada de la escasez tan bárbara que sufrimos. En estos días fui a comprar comida de perros en una tienda en San Antonio, y sólo había una marca, de otras no hay, porque resulta, señores que apoyan a estos sinvergüenzas, que la materia prima para producirla, así como la de la mayoría de los productos nacionales es importada, por lo que dependen de las divisas que el gobierno represa y obtiene lucro. Todo esto termina por incentivar el mercado paralelo, con el cual, señores, no se enriquecen las empresas, sino por el contrario se hunden.
Pa´más, la única marca de comida de perros que había costaba 560 Bs “fuertes” sólo18 kg. Pero esto no, porque la empresa privada quiera hacerle “dañito” al gobierno, no. El cerco económico que le hace el gobierno a la empresa privada o es macabro o es ignorante, pero igualmente desastroso. Tenemos como resultado una economía nacional flácida que cada día ve como hasta las marcas insignias nacionales, ejemplo Monaca, terminan por irse del país (obviamente las empresas extranjeras hacen lo mismo). Adios harina Juana, Robin Hood y pare usted de contar los productos.
Y mientras tanto, el supuesto presidente de la república aumentó el salario unas migajas más. Me pregunto; ¿Qué chiste de mal gusto es este? ¿Es una burla una mofa hacia el empleado? Es una realidad que la empresa privada, así como la pública, debe mejorar la calidad de vida de sus empleados, pero con medidas reales. Si querer eso, es ser revolucionario, entonces lo soy. Lo que no soy es pendejo, ni ignorante, por eso las palabras vacías no me llenan. Porque es una falta de respeto, para con nosotros, que no somos oligarcas ni gringos, que nos vean cara de inodoro, cuando los primeros que termina por propiciar las malas condiciones laborales de la empresa privada (un sueldito y de vaina) es el propio gobierno. Permitan el crecimiento económico, permitan la inversión nacional y extranjera, liberen las divisas y dejen de acorralar a la empresa privada. Fortalézcanla, fiscalícenla, pero basta de hundirla.
Pero mientras tanto, esto no sucede y cada día que pasa es peor. Porque si no son los apagones, es que no se consigue comida.
Para echarles otro cuentico. Necesitaba comprar una lista de medicinas, y para lograrlo, tuve que recorrer, sin mentirles, seis farmacias, porque los medicamentos no se consiguen en todas las farmacias, y cuando hay en existencia, los precios son exorbitantes. Más de 700 Bs en tres medicamentos, y estoy al tanto que salió barato. Pero no conformes, fui a buscar pan, y ustedes los saben, 15 Bs un campesino… pero el gobierno dice: “Yo no fui”, la culpa, ¿adivinen de quién es? Pero olvidan que el trigo es importado, igual la levadura y el resto de ingredientes, no sólo del pan, sino otras materias primas de producto que consumimos con frecuencia. ¿Lo perjudica amigo oficialista el tema del dólar entonces? ¡Lógico que sí!, así no solicites los dólares para viajar, porque piense, como dijo una señora que trabaja haciendo aseo: Yo no viajo fuera del país, así que el tema del dólar no me importa…
Mientras tanto, el gobierno sigue creyendo que se luce con lo poco que hace, y mientras tanto, hay gente que votó en nombre de una revolución inexistente. Una revolución de paja, porque revolucionario sería vivir, luego de catorce años, al estilo Holanda, Dinamarca, en nuestra Venezuela. Revolucionario sería que de los barrios quedara poco, pues la pobreza se extingue, gracias a la inversión del realero que percibe el gobierno.
Pero la verdad nacional es… mientras tanto, la paridera sigue.