
¨No comercia con los principios ni los somete a intereses mercantiles, por importantes que éstos sean», señaló una declaración leída por el secretario de Comunicación, Fernando Alvarado en Quito
QUITO. Ecuador endureció el tono frente a Estados Unidos al renunciar a preferencias arancelarias que le otorgaba ese país en el marco de la lucha antidrogas, y reivindicar con ello su independencia en el caso del prófugo estadounidense Edward Snowden, a quien considera otorgar asilo político.
«Ecuador renuncia de manera unilateral e irrevocable a dichas preferencias arancelarias o ATPDEA», que expiran el próximo 31 de julio, señaló una declaración leída por el secretario de Comunicación, Fernando Alvarado.
El gobierno del izquierdista Rafael Correa estudia desde el domingo pasado una solicitud de asilo del excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), reclamado por la justicia de Estados Unidos al haber filtrado a la prensa un programa de espionaje masivo de comunicaciones telefónicas e internet por parte de los servicios de inteligencia de ese país.
El lunes, Quito negó haber entregado un «pasaporte o carné de refugiado» a Snowden para que pudiera viajar de Hong Kong a Rusia -en cuyo aeropuerto internacional se encuentra desde el domingo-, pero no aludió a la posibilidad de haber extendido un salvoconducto.
Washington confirmó el domingo último que había revocado el pasaporte a Snowden, por lo que su situación migratoria es confusa.
El gobierno ecuatoriano recordó que las preferencias del ATPDEA «fueron originalmente otorgadas (en 1991) como una compensación a los países andinos por su lucha contra las drogas, pero pronto se convirtieron en un nuevo instrumento de chantaje».
«Nos hubiera encantado que con la misma urgencia que se exige entregar al señor Snowden (…) se hubiese entregado a muchos prófugos de la justicia ecuatoriana refugiados en Estados Unidos, particularmente los banqueros corruptos que dolosamente quebraron al país en 1999, cuya extradición ha sido reiteradamente negada» por Washington, subrayó la declaración.
«Entendemos que deben existir mecanismos de lucha contra el terrorismo, pero no podemos admitir que en este empeño se atropellen los derechos humanos y la soberanía de los pueblos», dijo el gobierno, que se solidarizó con el pueblo estadounidense «por el espionaje masivo que también ha recibido».
Correa, quien hace un mes asumió para un segundo cuatrienio, había restado importancia de antemano a la posibilidad de que el Congreso norteamericano no renovara el ATPDEA, indicando que se ha sobrestimado su impacto, y que el gobierno puede cubrir la ayuda en favor de los exportadores.
Junto con el ATPDEA vencerá el Sistema Generalizado de Preferencias (GSP), del cual se beneficia Ecuador, que tiene en Estados Unidos su principal socio comercial como destino del 40% de las exportaciones, lo que equivale a unos 9.000 millones de dólares anuales.
El PIB del socio más pequeño de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) es de 86.166 millones de dólares y, según Correa, pronto llegará a 90.000 millones.
El ATPDEA cubre únicamente a Ecuador, pues sus beneficiarios originales Colombia y Perú tienen tratados de libre comercio con Estados Unidos, mientras que Bolivia fue separado del programa al considerar Washington insuficientes sus esfuerzos antidrogas.
Agencias