
Desde hace aproximadamente un mes, según manifiestan los vecinos del sector Brisas de Palo Alto, el camión del aseo urbano no pasa recolectando las bolsas de basura por dicha comunidad, por lo que se ha ido acumulando a uno de los lados de la carretera principal que comunica a los habitantes con la vialidad de Santa Eulalia.
Una gran montaña de basura se erige en uno de los tramos del camino, de donde los malos olores emanan a cada hora afectando la salud de los residentes. Las moscas también se observan revoloteando por todo el lugar, por lo que los tequeños que hacen vida en esta localidad piden urgentemente la asistencia de los entes encargados para que limpien los espacios.
“El camión no pasa desde hace meses y nadie hace nada, ninguno se preocupa por la limpieza de la ciudad, este problema no es únicamente aquí sino en todo el municipio Guaicaipuro. Esperemos que con este nuevo alcalde la situación cambie para mejor”, dijo Argenis Pernía.
Además, por carecer de un contenedor donde botar los desperdicios, las personas lanzan las bolsas montaña abajo, lo que dificulta aún más su recolección ya que muchos desechos se van rodando hacia la ladera.
Huecos como arroz
La vialidad que comunica este sector guaicaipureño con el resto de la ciudad se encuentra llena de huecos “de cabo a rabo” que se han producido con el pasar de los años, según Alejandro Ortega las autoridades municipales nunca han asfaltado el camino.
“Esta es la carretera original, para acá jamás han asfaltado ni arreglado nada; nadie quiere hacer nada por el barrio y aquí sobran los problemas”, expresó Ortega.
Igualmente, el camino carece por completo de defensa vehicular, por lo que fácilmente un carro puede irse por el barranco si el conductor no tiene cuidado al transitar por la zona.
“Muchos motorizados han frenado al borde del precipicio, es un verdadero peligro para todos porque de paso esto es bajada y a veces cuando llueve los carros patinan y pueden ocasionar un accidente grave”, manifestó una de las habitantes.
La comunidad no cuenta aún con un consejo comunal que vele por la seguridad y dé respuestas inmediatas a los problemas que enfrentan diariamente los vecinos.
“Debido a la falta de organización por parte de los miembros del sector estas son las fechas en las que aún no tenemos consejo comunal y aquí hace mucha falta la unión entre loslugareños”, aseveró Ortega.
Luz todo el día
Los postes a lo largo de la vía principal están prendidos día y noche, pese a las diversas denuncias que han hecho los vecinos a los trabajadores de Corpoelec para que acudan a reparar la irregularidad.
“Desde que le colocaron luz al barrio Miranda II tenemos este problema que los faros están todo el día encendidos, hemos colocado las quejas pero nada que nos prestan atención”, afirmó Ortega.
Torrenteras “a punto de caramelo”
Con la construcción de una de las viviendas que se ubica a pocos metros de la entrada del sector popular, las torrenteras se vieron gravemente afectadas ya que los dueños de la casa las trancaron haciendo que se deterioraran.
Las cunetas se han ido cayendo y ya no cumplen su función, igualmente no han sido reparadas por los entes municipales encargados.
Maleza “palo arriba”
A pesar de que el follaje se halla alto debido a la acción de las lluvias, no ha llegado a afectar por completo el tránsito vehicular como en otros putos de Santa Eulalia, sin embargo los habitantes piden la presencia de las cuadrillas de Corpomiranda para que desmalecen toda la zona.
Transporte
“Hace poco ampliaron la ruta de las unidades de transporte pero los carros están muy dañados y no se dan abasto para tanta gente”, exclamó Ortega al referirse al servicio de transporte público en la localidad.
La mayoría de los pasajeros se quejan del mal estado de los jeeps que los transportan desde el centro de la ciudad capital hasta la comunidad, además del largo tiempo que deben esperar para abordar una de las unidades.
Ronald Gil- [email protected] / @thedaniels21