La diputada de la Asamblea Nacional, Nora Bracho, expresó su total desacuerdo con la propuesta de reducir la edad a 16 años para penalizar a menores de edad porque la experiencia en otros países ha demostrado que esa medida no disminuye los índices delictivos ni la participación de adolescentes en hechos criminales.
La parlamentaria zuliana, quien formó parte de la Comisión de Familia de la Asamblea Nacional, explicó que, durante las mesas de trabajo que le correspondió coordinar en 2011 y 2012, la totalidad de los organismos que trabajan en el área de los niños, niñas y adolescentes coincidieron en que, estadísticamente, en otras naciones la política de bajar a 16 años la edad para penalizar, no produjo los resultados esperados, dado que los índices de criminalidad juvenil se mantuvieron e, incluso, crecieron en algunos países.
Los organismos venezolanos que trabajan el área penal en el ámbito de niños, niñas y adolescentes consideran que la LOPNA es una ley sumamente completa. Para la diputada de UNT lo que es necesario es que las instituciones venezolanas se adecúen a lo establecido en dicha ley, de allí que resultaría totalmente erróneo que “mientras se da un proceso de adaptación de los organismos a la ley que rige para los menores de edad, ahora surja de improviso esta propuesta de reforma para bajar la edad de penalización a los menores que incurran en hechos delictivos”.
Estima la Diputada que se entiende la preocupación por el número de jóvenes involucrados en los últimos asesinatos cometidos, pero las soluciones al problema deben ser de fondo y discutidas con total amplitud por los diferentes organismos involucrados, no sólo el gobierno nacional o la Asamblea Nacional.
“Debemos partir de que el aumento de la criminalidad en Venezuela tiene múltiples razones y el gobierno nacional es el directo responsable de revertir esta situación. En ese sentido, debe empezar a tomar medidas inmediatas como la aplicación de la Ley Desarme, a fin de evitar que los criminales sigan contando con la enorme cantidad de armas que existen en el país. Luego, mejorar los cuerpos de seguridad y la vigilancia ciudadana, la prevención, las políticas sociales para mejorar no sólo la calidad de vida ciudadana en los niveles más necesitados, sino también la educación, con políticas que minimicen la deserción escolar, el embarazo precoz, la evolución económica familiar, en fin, este es un problema que tiene muchos elementos y no es una reforma o una acción aislada lo que minimizará los índices de participación de niños, niñas y adolescentes en crímenes en nuestra nación”.
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