En estos momentos existe una polémica jurídica en Colombia porque el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, tomó decisiones administrativas relacionadas con el tratamiento que le dio al problema de la recolección y deposición final de los desechos sólidos, y la Procuraduría General de la Nación consideró que había actuado de forma negligente e inadecuada y por eso lo destituyó del cargo y lo inhabilitó por 15 años para aspirar a cualquier representación de elección popular. El alcalde apeló la decisión, un tribunal anuló temporalmente el fallo y le restituyó sus derechos; pero la polémica sigue y no se conoce cuál será el desenlace.
Este caso que crea un interesante precedente internacional porque a pesar de que la legislación colombiana es distinta a la nuestra en esa materia, existe el Derecho Público Comparado que es una herramienta que nos podría servir de guía referencial para analizar el caso puntual de lo que sucede en el municipio Guaicaipuro con las fallas en la recolección de la basura y el cobro de un servicio que se realiza de forma ineficiente o simplemente no se presta, pero que se cobra mensualmente; y aunque algunos usuarios estén morosos, es un requisito legal para obtener alguna solvencia en la alcaldía.
He conversado este tema con algunos abogados para explorar la posibilidad de demandar a la alcaldía de Guaicaipuro por cobrar un servicio que no realiza de forma eficiente y por las consecuencias sanitarias que podría generar la acumulación de basura, y así como hay quienes creen que esta acción judicial es inviable porque sería como tirarle flechas a la Luna por lo inútil; hay otros que están convencidos que existen los supuestos jurídicos para calificar esta negligencia como estafa masiva ya que afecta a más de 300.000 habitantes, muchos de los cuales pagan regularmente por algo que no reciben.
En todo caso, valdría la pena iniciar un debate ciudadano para convertir este asunto en un motivo que al menos obligue a la alcaldía de Guaicaipuro a cumplir con un servicio que cobra y no lo presta; y si el tema llegara a los tribunales, seríamos los pioneros en una cruzada cívica para crear el precedente de obligar a las instituciones a cumplir con sus competencias y que dejen de ser maulas…
EL GOBIERNO DEJARA MORIR A SIMONOVIS?. El comisario Iván Simonovis cumplió nueve años preso el pasado 23 de noviembre, de los 30 a los que fue condenado por los fatídicos sucesos de abril del 2.002; y según los informes médicos, padece más de 14 patologías. Hace poco fue llevado al Hospital Militar de Caracas porque su salud es crítica. Hay quienes creen que el gobierno le está dando el mismo tratamiento que al de Franklin Brito, que lo dejó morir de mengua. Maduro ha dicho que ese caso está en los tribunales y que no está en su competencia decretar una medida humanitaria, pero es una premisa que sería cierta si en este país hubiese autonomía de poderes. Aunque el final sea el mismo, el caso de Simonovis es distinto porque él representa un trofeo político para reivindicar a los pistoleros del Puente LLaguno, y liberarlo sería asumir una debilidad “revolucionaria” que tiene un costo interno de grandes magnitudes. Muy a mi pesar debo concluir que si el gobierno dejó morir a Brito, con el comisario será más “fácil” hacerse el loco. Ojalá esté equivocado y veamos a Simonovis en libertad antes de que muera…
MEZQUINADAD. Existen funcionarios oficialistas que no le están parando bolas al llamado al diálogo que está promoviendo Maduro, porque siguen actuando de forma sectaria y mezquina. Lo digo porque a propósito de la cercanía de los carnavales el joven abogado Christian Jiménez, en su condición de Presidente de La Fundación Los Teques, le envió un oficio el pasado 15 de enero al alcalde de Guaicaipuro para proponerle que estas fiestas populares las organizaran de manera conjunta la Alcaldía y la Gobernación de Miranda. A Garcés le pareció buena idea en principio, pero después pareciera que la desestimó porque de manera inexplicable aún no ha dado respuesta. Es una lástima porque Christian consultó con el gremio de samberos y comparseros del municipio, y todos quisieran que la celebración de los carnavales se hubiese convertido en una oportunidad para ver a todos los guaicaipureños unidos en una sola rumba en las calles de Los Teques. Hay tiempo para que el alcalde rectifique.
VIOLENCIA DE GÉNERO. El pasado domingo hubo un incidente en la Plaza Bolívar de Los Teques cuando una amiga periodista le quiso preguntar al “alcalde artista” sobre las altas cifras de inseguridad en el municipio que lo tienen como el segundo más violento de Miranda, y la respuesta fue una andanada de insultos que se podrían calificar violencia de género contra la mujer con expresiones como “apágame esa vaina, tú a mí no me grabas, ustedes escriben basura, yo no te declaro a ti”. Lo más insólito es que el bochornoso hecho sucedió cuando la periodista cubría las jornadas efectistas de “globitos rojos Por la Paz” ordenadas por el Psuv y el gobierno nacional. Pareciera que esta conducta de atropellos es recurrente en el alcalde, incluso con su personal. El Colegio de Periodistas debería investigar este caso y producir un pronunciamiento público para pararle el trote porque se está haciendo costumbre con otros periodistas y medios locales de comunicación, con el objetivo de que no publiquen la problemática en temas como la inseguridad, la recolección de la basura y el desastre en la vialidad.
TECNOCRACIA CARAQUEÑA. La gente del Gran Polo Patriótico que se partió el trasero en Guaicaipuro para llevar a Garcés a la alcaldía anda tan caliente que hay que agarrarla con un trapo mojao porque los pocos altos funcionarios que ha designado son de la burocrática tecnocracia caraqueña. La estrategia es ponerles segundones a los actuales directores para que aprendan de éstos y no destituirlos sino que se arrechen de tanto maltrato y renuncien. Ya han puesto el cargo a la orden los ex de Hacienda, de Presupuesto y de Administración; y han sido sustituidos por puros “importados” como el alcalde; pero la lista sigue, y mientras tanto el ejército de líderes sociales populares de las patrullas y los de las salas de batallas están pensando en el dicho “cachicamo trabaja pa´lapa” y están quedando como la guayabera…
Sergio Graffe