Residentes del poblado de Araras dicen que “el sol es su peor enemigo y deben cambiar el día por la noche»
Araras, ubicado en soleadas montañas del oeste de Brasil, cuenta con el que se cree es el grupo más grande de personas que sufren de una enfermedad hereditaria conocida como xeroderma pitmentosum, o “XP”, que hace que sean particularmente sensibles a los rayos ultravioletas del sol y muy susceptibles a sufrir cáncer de piel. El mal le impide a la gente reparar los daños causados por el sol.
Ese es un problema grave en Araras, una comunidad rural donde la gente se gana la vida trabajando al aire libre.
“Estamos siempre expuestos al sol, trabajando, plantando y cosechando arroz o atendiendo las vacas”, comentó Djalma Antonio Jardim, de 38 años. “Con el correr de los años, mi problema se agravó”.
Las tareas agrícolas ya no son una opción para Jardim, quien sobrevive con una pequeña pensión del gobierno y lo poco que gana vendiendo helados.
Los expertos dicen que en Araras hay una incidencia tan grande del mal porque el pueblo fue fundado por unas pocas familias que tenían varios portadores de la enfermedad. Se casaban entre ellos y el mal fue transmitido de una generación a otra.
Gleice Francisca Machado, maestra del pueblo cuyo hijo de 11 años padece de XP, estudió la historia de la zona y dice que encontró casos en los que los miembros de una familia sufren el mal desde hace 100 años. Creó una asociación que educa a la gente sobre XP y trata de convencer a los padres de que tomen recaudos con sus hijos, incluso si no tienen signos aparentes del mal.
“El sol es nuestro peor enemigo. Los afectados deben cambiar el día por la noche para vivir más tiempo”, dijo Machado. “Lamentablemente, eso no es posible”.
AP