Y en quinto lugar, suspendería toda ayuda internacional mientras que en Venezuela existan necesidades, solo superadas éstas retornarían esas ayudas, incluso mayores, pero que no signifiquen sacrificios para el país
Leandro Rodríguez Linárez // Twitter: @leandrotango
Varias cosas preocupan, sobretodo el que no se estén atacando los endémicos problemas del país que nos anclan a un cercano tercermundismo y se estén dilapidando tiempo y recursos irrecuperables en experimentos improvisados.
En un sano ejercicio reflexivo, sí el presidente Maduro me diera la dirección del gobierno por dos años lo primero que hiciera sería confeccionar un sistema educativo de excelencia, con infraestructuras modernas, dotadas de todo lo necesario, con tecnología de punta, con sistemas de alimentación y de salud, así mismo planificaría una red transporte público escolar que llegara a los lugares más humildes a fin que ningún niño o adolescente se quedara sin estudiar, esquemas que involucraría hasta los niveles de bachillerato, con estas condiciones idóneas no habría excusa valedera para la deserción escolar.
En segundo lugar, convocara a todos los sectores productivos, laborales y consumidores del país, a fin de diseñar políticas que incentiven la producción nacional, el respeto a las leyes laborales y a la recaudación fiscal a fin de consolidar una férrea y sana economía. Apoyaría principalmente al campo con infraestructura vial y de transporte que permita su acceso, el fácil tráfico de equipos, insumos y productos, los recursos que hoy se destinan a las furtivas importaciones se invertirían en créditos y demás herramientas financieras que coadyuve al desarrollo integral de la actividad agrícola, hiciera del campo una prioridad del Estado a fin de autoabastecernos cien por ciento en todo los rubros alimenticios que consumimos e incluso, más bien, exportar. Las demás áreas de producción serían objeto de estrategias que nos permitiera diseñar y crear ciencia y tecnología nacional tendentes a la producción de autos, autobuses, barcos, trenes y aviones venezolanos, al igual que nuestras computadoras, teléfonos, medicinas, en fin, apoyarnos en las universidades y sus investigaciones, en las iniciativas individuales, en los emprendedores venezolanos que desde siempre solo esperan éste tipo de oportunidad.
En tercer lugar destinaria lo recaudado por el IVA, proveniente de los bolsillos de los venezolanos, exclusivamente al sector salud enfocando tajantes esfuerzos en la fiscalización exhaustiva de los recursos invertidos y en la eficiencia, serían recursos sagrados.
En cuarto lugar el turismo, hiciera de éste olvidado y abandonado potencial una industria incluso más productiva que el petróleo, con nuestras playas, montañas, selvas y demás bellezas naturales los ingresos que generaría (con adecuada infraestructura y transporte) serían incalculables.
Y en quinto lugar, suspendería toda ayuda internacional mientras que en Venezuela existan necesidades, solo superadas éstas retornarían esas ayudas, incluso mayores, pero que no signifiquen sacrificios para el país. Faltarían muchísimas cosas más pero empezaría por estas cinco realmente importantes, sin experimentos ni improvisaciones.