El artículo 296 de la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela establece que los rectores del Consejo Nacional Electoral son designados por las 2/3 partes de los integrantes de la Asamblea Nacional (66.6%; 110 de 165 diputados) para un período de siete años pero dependiendo de la instancia que los postula para ocupar el cargo, son sustituidos en tiempos distintos; y el 8 de la Ley Orgánica del Poder Electoral permite que sean elegidos por un máximo de dos períodos adicionales; lo que implica que cualquiera de los tres rectores a los que se les venció su mandato desde abril del año 2.013 (Vicente Díaz, Tibisay Lucena y Sandra Oblitas), podrían aspirar a ser ratificados.
Aunque las postulaciones de Lucena y de Oblitas están dentro del marco legal, la posibilidad de que sean elegidas para otros siete años no es un problema jurídico sino político y más específicamente de tipo electoral porque está relacionado con un escenario que potenciaría la abstención para las parlamentarias del 2.015 y siguientes comicios, entre los que están las presidenciales del 2.019.
Cuando faltaban pocas horas para que venciera el lapso para el cierre de los postulados para sustituir las tres vacantes pendientes, de manera “sorpresiva” tanto Lucena como Oblitas fueron presentadas como unas de los 245 aspirantes a rectores; sin embargo, aunque ese paso previo pudiera significar un claro mensaje respecto a la pretensión sobre sus aspiraciones ratificatorias, falta uno que es definitivo para que se concrete su reelección y para eso es imprescindible que puedan contar con el voto favorable de 110 diputados de los 165 que integran la Asamblea Nacional y eso no es posible a menos que a los 98 diputados de la alianza oficialista se le sumen al menos otros 12 de la oposición; y eso pasaría por un acuerdo político entre las dos grandes alianzas parlamentarias.
Es lógico pensar que el Psuv y sus aliados tratarán de proponer a La Unidad que tanto Lucena como Oblitas sean ratificadas como rectoras a cambio de algunas concesiones relacionadas con el otro rector de los tres que se deben elegir o de importantes cargos directivos dentro de la estructura organizativa del CNE; pero podrían plantear que entre sólo una de las dos y “sacrificar” a la otra; aunque esto podría significar una “trampa” en la negociación porque la Constitución Nacional también establece que la Presidencia del CNE la deciden tres rectores de los cinco principales que integran el organismo electoral y es conocido que las dos rectoras que continúan en sus cargos son de tendencia oficialista (Tania D´ Amelio y Socorro Hernández) . Es decir que la proporción podría quedar 3 a 2, con lo cual el CNE seguiría siendo controlado por el Psuv.
En todo caso, la reelección de Lucena y Oblitas no es posible si no hay acuerdo y si éste no se concretara en la Asamblea Nacional porque ningún factor reúne los 110 votos requeridos, el caso pasaría a decidirlo los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia; cuyos integrantes son oficialista en su totalidad, y sería la razón vedada de por qué se presentaron las candidaturas de estas dos personas con el objetivo de “trancar” el juego en el parlamento y que lo “destranque” el TSJ. Es sólo una hipótesis, pero tiene lógica; y está en manos de los diputados opositores manejar esta “jugarreta” del Psuv.
QUIEN GANO EN EL PSUV?. Las recientes elecciones para escoger los 3.988 Jefes de Círculos de Lucha del Psuv las presentó el partido rojo como una contienda fraterna entre camaradas por un pedazo de cielo, pero la realidad fue otra. Aunque no trascendió a los medios de comunicación, la campaña se desarrolló como una encarnizada pelea a cuchillo entre los dirigentes que pertenecen a las distintas tendencias internas para controlar el poder de la base y los recursos públicos que serán transferidos a ese nivel organizativo para que sean manejados por los ganadores. Los Jefes de Círculos son una especie de comisarios políticos, pero con disponibilidad de recursos provenientes del gobierno para ser usados en su área de acción. En el caso del estado Miranda la guerra fue entre el diosdadismo y el jauismo; y manejo la información exclusiva de que de los 282 Jefes de Círculos que fueron electos el domingo pasado, 197 pertenecen al grupo que lidera Diosdado Cabello (70%) y 85 al de Elías Jaua (30%); y en Guaicaipuro de los 28, 20 son seguidores del Presidente de la Asamblea Nacional y 8 del Presidente de Corpomiranda. Hay quienes les están endosando la derrota del jauismo al alcalde Garcés y a la diputada Aurora Morales por su prepotencia política y maltrato a los dirigentes. Por cierto, que a juzgar por la presencia de los electores en los centros de votación la participación no pasó del 5% a nivel nacional y eso representa un mal presagio para las parlamentarias del 2.015 porque en el Psuv están confiando en estas improvisadas estructuras para obtener la mayoría de diputados…
5 DATOS DE MIS COMPATRIOTAS COOPERANTES. 1). Con relación a la costosísima rehabilitación de la Avenida Independencia de Los Teques por 37 millones de bolívares, hay cosas que no están claras. Me piden que averigüe si esa obra fue licitada como ordena la ley en casos con montos tan elevados; cómo se llama la empresa que ejecuta los trabajos y quiénes son sus dueños, y por qué el alcalde solicitó el crédito adicional mucho después que comenzó el desmantelamiento de la avenida “vieja”. 2). Me cuentan que un alcalde rojo rojito de Miranda prepara sus maletas para pasar las vacaciones decembrinas en el distrito de Manhattan, Nueva York; y aprovechará para darse un retoque estético porque el ajetreo del trabajo lo tiene “arrugaíto”. 3). Me confirman que hace poco un concejal de Guaicaipuro viajó a China para refrescar sus conocimientos filosóficos en temas revolucionarios y socialistas. Sería interesante conocer de dónde salieron los recursos para financiar ese costoso periplo. Si ese viaje se pudiera hacer por carretera, supongo que en el vidrio trasero del carro del concejal se podría leer “De El Nacional Pa´ La China”. 4). Los dueños de una empresa de sonido que contrata la “gobernación paralela” tiene que ir fifty-fifty con el que le consigue el negocio y ya no se calan “el martillo”. 5) Un alguacil anda “zanqueando” a un concejal de esta zona para entregarle una citación a fiscalía por un asunto relacionado con funciones distintas a su cargo de elección popular.
Sergio Graffe / Politologo