
Venezuela es uno de los países de América Latina que más sufre impacto en su economía por los costos que significan la contención de la problemática de la violencia y la inseguridad.
Según cifras del Índice Global para la Paz 2014 (GPI, por sus siglas en ingles) realizado por el Instituto para la Economía y la Paz en conjunto con la Universidad de Sidney, el costo de la violencia y la inseguridad así como de su contención alcanzó en nuestro país el 10,1% del PBI, lo que representa una cifra cercana a USD 41.135 millones o lo que es igual, alrededor de USD 1.375 por persona, siendo el tercero mas elevado de la región después de Honduras y El Salvador, con un19,2% y 14,5% respectivamente.
Al citar el referido estudio de la Universidad de Sidney, el diputado a la Asamblea Nacional, Ricardo Sánchez señalo que si bien cierto el costo económico de la violencia y la crispación social que esta genera, ocupa menos titulares en la prensa nacional que los homicidios de cada fin de semana, el Índice de Paz Global (GPI), es un importante indicador para evaluar como afecta la vida y cotidianidad de las personas que no son impactadas directamente por acción del crimen y el delito, sobre todo frente a la difícil situación económica que atraviesa nuestro país. «La actividad delictiva es un obstáculo para el desarrollo de Venezuela y, a su vez, termina tomando recursos de otras áreas mas neurálgicas como la educación y la salud, no es barato combatir el crimen y el delito pero mas costoso es no hacerlo», destacó el diputado de la Comisión de Política Interior.
Aumenta la Estructura de Costos
Para Sánchez, otra legitima preocupación es que: «La violencia criminal eleva las estructuras de costos de cualquier empresa o negocio, pues además del precio de materias primas, la mano de obra y el transporte, ahora hay que incluir la inversión en seguridad privada que se suma a la que ya hace el Estado en fortalecimiento policial, servicios penitenciarios y sistema de justicia, pero la lesión mas grave a nuestra economía es el pasivo que se genera, pues la inseguridad y la violencia ahuyentan la inversión nacional y extranjera, recordemos que estos valores son neurálgicos a la hora de ponderar si se invierte o no en el país y esto impacta negativamente en la generación de nuevos empleos directos y en la necesidad de reactivar el sector productivo», finalizo Sánchez./NDP