Este jueves les correspondía a los terminales de cédula 7 y 8 adquirir productos en el Mercal de la calle Ricaurte, las colas no se han hecho esperar en estos establecimiento de la red de Alimentos del Gobierno Nacional.
Alfredo Armas, reside en Ramo Verde, llegó a las 4 de la mañana a la sede para ser de los primeros en ingresar a las 8:00 a.m. cuando iniciaría la venta. “Hay que llegar de madrugada porque si no se acaba la carne, el pollo y todo lo regulado”, dijo.
Como el testimonio de Alfredo son varios los que cercana las 7 de la mañana ya llevaban al menos tres horas a la espera de que abrieran las puertas del Mercal. “Cada vez que nos toca comprar son estas largas colas. El gobierno mete preso a los comerciantes pro las colas y a quién le tocará en Mercal”, dijo Patricia Rosale, vecina de El Vigía.
Así se organizan en este establecimiento de venta de comida del Estado, donde son comunes las denuncias por acaparamiento y corrupción con la distribución de los alimentos desde finales del año pasado.
Las personas cada vez llegan con más antelación. La molestia viene no sólo por la larga espera en la cola, también por la “preferencia” de los dependientes a la hora de pasar a los consumidores, generando un aglutinamiento en la entrada, donde mujeres con niños pequeños y personas de la tercera edad batallan junto a los demás para poder comprar los escasos alimentos.
“Si llegas a las 4:00 de la mañana, que ya sería llegar muy temprano a una cola, te dan el número 503 o 504” ,dijo Elisa Marcano, pues tiene dos semanas tratando de comprar en dicho Mercal. “Pasan a sus amiguitos y a quien les da la gana y cuando va a pasar uno ya no queda comida” expresó.
Pola Del Giudice Ortiz – [email protected]/@polita26