Desde que escribo esta columna para el Diario La Región no existe una semana con tantos temas como esta, y eso evidencia que la crisis se intensifica, y cuando las crisis se intensifican las Dictaduras reprimen con mayor ferocidad. En tal sentido, quiero hacer un llamado a la participación política activa y, por supuesto, a votar masivamente en las venideras elecciones parlamentarias como importantes pasos para el camino de la recuperación democrática de Venezuela.
El ataque más reciente es a nuestro presidente fundador de Un Nuevo Tiempo, Manuel Rosales, quien fue inhabilitado para ejercer cargos públicos por 7 años y 6 meses sin un basamento jurídico convincente. Desde nuestro partido hemos sido vehementes en el apoyo a todos quienes son perseguidos, hostigados o apresados por este régimen, pues en estos momentos la Unidad es lo que debe prevalecer. Si quieren una razón para estar unidos, recuerdo el siguiente poema de Martín Niemoller «Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista. Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata. Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista. Cuando vinieron a por los judíos, no pronuncié palabra, porque yo no era judío. Cuando finalmente vinieron a por mí, no había nadie más que pudiera protestar.» Solo juntos es posible lograr los cambios que Venezuela requiere.
PSUV se divide en los Altos Mirandinos.- Las elecciones internas del partido oficial para elegir su representante a los venideros comicios parlamentarios, lejos de unificar sus fuerzas, que parece ser la razón fundamental del proceso, ha abierto aun más las grietas internas existentes en la organización desde la misma designación como candidato a alcalde de un Francisco Garcés que no es el dirigente más preocupado por el partido, sino que más bien basa sus decisiones en sí mismo o en un equipo bien reducido. Esto me lo dicen fuentes de la propia tolda roja quienes se encuentran en medio de una confrontación fuerte entre “la gente de Garcés y la gente de Salmerón”. Así lo confirmó recientemente Rubén Díaz, dirigente alineado con Salmerón, en MiraTV cuando denunció que Garcés ha destituido a una decena de personas por apoyar candidatos distintos a su opción, Erika Ortega Sanoja.
Guyana vs. Venezuela.- Bastante tardía y timorata ha sido la respuesta del Gobierno Nacional a la agresión guyanesa contra nuestra soberanía a través de la concesión para perforar pozos a la transnacional Exxon Mobil en aguas disputadas por ambas naciones. Tanta cháchara antimperialista y entregan nuestra soberanía sin esforzarse por evitarlo. El lector Carlos Reyes me escribe que estemos bien pendientes porque pudieran estar aguantando una acción militar para justificar una eventual suspensión de las elecciones parlamentarias. Es una hipótesis interesante que debemos evaluar y posteriormente comentaremos. Ojala se equivoque en su análisis señor Reyes porque eso es lo último que queremos.
Claro que hay presos políticos, y bastantes.- 77 venezolanos se encuentra hoy tras las rejas por pensar diferente. Así que las declaraciones de la diputada chavista Tania Díaz son falsas e irresponsables cuando asevera que el expresidentes Felipe González salió del país porque no consiguió presos políticos. Aquí las cosas deben llamarse por su nombre: hay presos políticos, vivimos una Dictadura.
Bank of America advierte peligro para la propiedad privada si el Gobierno ganase las parlamentarias o perdiese por corto margen.- No hay duda de que las fuerzas democráticas debemos dar una paliza al Gobierno en las parlamentarias, pues eso no solo nos permitiría ejercer cambios importantes en el país, sino que evitaríamos acciones contra el sector privado, la generación de empleo, y el bolsillo del pueblo venezolano. Esta afirmación es acorde al último informe del Bank of America donde asegura que si el régimen gana rápidamente tomará medidas como el aumento de la gasolina y otros rubros fundamentales, así como la profundización del control cambiario. De la misma forma que dejaría de pagar la deuda externa para poder cumplir con compromisos salariales y de otro tipo, generando un nuevo problema internacional.
Clara Mirabal