Conductores desesperados pagan hasta Bs. 20 mil por una batería

Caucho
Pese a que el Gobierno anunció la llegada del primer lote de cauchos al país, transportistas y particulares siguen quejándose de lo traumático que se ha vuelto adquirir cualquier repuesto o accesorio automotor

Precio justo: 6 mil bolívares. Precio al que se consigue en el mercado: Bs 20 mil. Esta es la realidad con la que lidian los conductores altomirandinos que deben adquirir baterías para mantener rodando sus carros.

“Hice la operación madrugón que me recomendaron y me fui a la sucursal de la Duncan ubicada en La Macarena pero me topé con la escasez de frente. Hay cientos de personas en similar condición que yo: buscando por doquier y la respuesta es estar preparado para desembolsillar hasta tres veces el costo real del producto y trasladarse a ciudades cercanas como Caracas o Maracay a ver si se corre con mejor suerte”, se quejó Marino Torres, vecino de El Trigo.

–Repudio todo el tema del bachaqueo y la reventa pero uno termina siendo cómplice de esta situación al pagar el sobreprecio pese a que sabe cuál es el valor real del producto. Quisiera negarme a pagar los 20 mil bolívares pero tampoco tengo capacidad para gastarme diariamente al menos Bs. 300 en taxis porque salgo muy temprano y llego tarde a mi hogar y ya no hay transporte público; así que me tocará reunir casi tres sueldos mínimos para reponerla.

Al drama de las baterías que se viene arrastrando en el país desde las fiscalizaciones realizadas en 2013 –cuando el precio de cada unidad rondaba los Bs. 600- , se le suma el del desabastecimiento y altos costos de los cauchos.

“Tengo que comprar cuatro cauchos para mi camioneta Silverado y cada uno me sale por 60 mil bolívares, es decir, debo disponer de Bs. 240 mil solo para cambiarle los neumáticos a mi carro. Esto nunca antes se había vivido en el país”, soltó Mauricio González, vecino del municipio Carrizal, quien tiene contemplado alternar el uso de su automotor con el transporte público para evitar el desgaste de su vehículo.

–Hace un par de fines de semana me pararon unos fiscales en La Guaira alegando que tenía los cauchos lisos y mi respuesta fue que me dijeran dónde tenían cauchos a precio regulado para ir a comprarlos inmediatamente; el funcionario no tuvo más remedio que hacerse de la vista gorda y dejarme ir, no es que yo me niegue a cambiarlos, es que simplemente no hay disponibilidad en el mercado y lo poco que llega es a precios que pocas personas en este país tienen para costear.

Problemática archiconocida

La situación no es ignorada por las autoridades. Hace poco menos de una semana el viceministro de Transporte y Servicios del Ministerio del Poder Popular para Transporte Terrestre y Obras Públicas (Mppttop), José Luis Bernardo, anunció la llegada al país del primer lote de baterías (150 mil unidades) y cauchos (30 mil unidades) que serán distribuidos a las proveedurías del territorio criollo para atender, en primera instancia, al sector transporte.

La información es vista con beneplácito por algunos y con reserva por personas como Laureano Guillén, taxista, quien señaló que “en Los Teques abrieron la proveeduría con bombos y platillos y resulta ser que desde el mismo instante que la abrieron se notó lo improvisado del proyecto porque apenas tenían un pequeño stop de aceite y filtros; lo que más necesitamos como baterías y cauchos brillan por su ausencia”.

–Hay un mafia muy grande con el sector automotor y a eso es que realmente el Gobierno tiene que meterle el ojo. No basta con que garanticen la llegada de la mercancía a los puertos, deben hacerle seguimiento a todo el proceso de comercialización; verificar que llegue a todos los puntos de venta y que sean ofrecidos a precio regulado y no como a cada quien le dé la gana, mejor dicho, que acaben con la subasta porque terminan vendiendo al mejor postor, es decir, a quien suelte más dinero, y a quienes vivimos de poco más de un sueldo mínimo nos toca comernos un cable.

Buscando estabilizar

Bernardo detalló que también están trabajando para garantizar la importación de materia prima para las fábricas que trabajan con filtros, frenos y vidrios.

“En vez de prometer lo que tienen es que liberar el control cambiario para que se estabilice la economía. Es humillante tener que recorrer hasta cinco estados en busca de un repuesto y privar de las vacaciones a la familia para poder costearlo”, dijo Adrián Morales, habitante de San Antonio de Los Altos.

Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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