En 2013, en vísperas de las elecciones municipales pautadas para ese año, el gobierno activó un mecanismo de supervisión de precios justos, forzando a varios comercios nacionales a bajar sus ganancias y expender a montos muy por debajo de lo marcado en sus etiquetas. La medida, que ocasionó grandes colas de compradores, fue bautizada por analistas y medios como el “Dakazo”; en alusión a que fueron las tiendas Daka unas de las primeras en ser sorprendidas con la fiscalización.
Las largas filas y los insólitos precios bajos lograron un fenómeno que, según expertos, benefició electoralmente al oficialismo en las posteriores elecciones de alcaldes. El mandatario nacional, Nicolás Maduro, instó a que no quedara “nada en los anaqueles” y la instrucción fue acatada a cabalidad por los consumidores.
A 2 años del Dakazo, Nicolás Maduro vuelve a enfrentar un proceso electoral, y esta vez con mayor desventaja. Las encuestas otorgan más de 20 puntos de ventaja a la oposición y fuerzas de la Mesa de la unidad democrática (MUD). Por lo que la alternativa de activar la fiscalización y forzar una baja de precios – que mejore la imagen del gobierno – es una posibilidad latente para los analistas.
El pasado jueves 22 de octubre la tienda de trajes para caballeros Reinaldo, ubicada en el Centro Lido del municipio Chacao en Caracas, fue sorprendida con un proceso de revisión de costos. Mientras se ejecutaba el proceso, a puertas cerradas, la cola de compradores comenzó a formarse rápidamente. Falsos rumores que se propagaban por las redes sociales, dando cuenta de venta de calzado y camisas de marca a tan solo 1000 Bsf por prenda, aumentó la afluencia de compradores y caldeó los ánimos.
La tienda Reinaldo cerró por varios días para reajustar sus precios, y reabrió sus puertas este lunes 26 de octubre; pero para sorpresa de muchos el bautizado “Reinaldazo” no fue tan económico ni contundente como el Dakazo en 2013. Solo unos pocos lograron comprar zapatos por el orden de los 3mil Bolívares fuetes, mientras que el resto de la fila se disipó al ver que los precios “Justos” eran impagables para muchos.
En una visita a la tienda constatamos que, tras la inspección y “ajuste” de precios, un par de medias de vestir para caballeros seguía costando 4900 Bsf; los zapatos marcaban 47 mil Bsf, y las camisas podían oscilar entre 13 mil y 30 mil bsf ¿Precios justos? Aparentemente sí, pues de algún modo la tienda logró demostrar que esos son los precios reales, manteniendo en vitrina la mayor parte de su inventario. Los ahorros de los compradores no alcanzaron para dejar vacíos los ánqueles y vidrieras de la tienda Reinaldo en Centro Lido. / Gabriel Balbás