Este niño murió al nacer. El madurismo nació viciado al ser una orden del difunto Hugo Chávez desvinculada de la opinión popular, donde sus propios seguidores no conocían a Nicolás Maduro, con sus múltiples y evidentes carencias intelectuales. Sin embargo, el fervor por el finado “comandante supremo” los impulsó a seguir ciegamente sus últimos anhelos. Craso error.
Solo los culparía si hoy, en medio de esta crisis sin precedentes, no son capaces de rectificar tan equivocada decisión. Sabemos que la gran mayoría hoy entiende que estamos en este atolladero por la irresponsabilidad, ineficacia, ineptitud, y ruin ladronismo de un régimen que acabó con todo.
Las expresiones de temor demostradas el miércoles al cerrar casi todas las estaciones del Metro de Caracas, y acordonar la ciudad para evitar una movilización cívica y pacífica de sectores opositores para exigir al Consejo Nacional Electoral el cumplimiento de la Constitución para cumplir con los procesos legales para realizar un Referéndum Revocatorio que definitivamente es contra un sistema de Gobierno y no tanto contra un presidente en específico, no es más que una muestra del temor que tienen a que la gente se exprese, pues se reconocen como ínfima minoría.
El pueblo venezolano ha tomado la decisión de no querer vivir más miserablemente, y eso pasa por un cambio de Gobierno por las vías constitucionales.
Si de algo estamos seguros es que al madurismo le diremos chao, por tanto debemos prepararnos para reconstruir un país desde las cenizas. Eso requiere que todos como individuos asumamos el compromiso de crear para la colectividad, desde nuestros ámbitos de acción, desde nuestras trincheras. Hay que quedarse en esta Patria, resistir, y pronto comenzaremos a reconstituir la Venezuela bonita, de paz, progreso, y bienestar que aspiramos.
Crisis humanitaria.- Si bien el lenguaje es la base de todo concepto, el Gobierno no tiene la exclusividad de la verdad, quizás sí la tienen de la mentira. Lo que quiero decir, es que aunque se empeñen afanosamente en negar que exista una crisis humanitaria en Venezuela, los hechos así lo demuestran. Sin comida, salud, ni seguridad, por decir Derechos Humanos elementales, nadie puede vivir, y en nuestro país no se garantizan. En ese sentido, me preocupa enormemente la cantidad de neonatos fallecidos en los últimos meses por falta de insumos y medicamentos en nuestros hospitales. Son más de 230 bebes que perdieron una vida incipiente, familias que quedan destruidas, madres con traumas, una tragedia social que se suma al desastre.
Carrizal.- Continua el sabotaje de factores oficialistas en las colas para adquirir alimentos de primera necesidad en el Municipio Carrizal. Con la mentira de controlar a las personas que esperan, alientan el caos y han provocado desordenes que a nadie conviene. Llevan gente de otras localidades, pues saben que el pacifico pueblo carrizaleño no les hace el juego, los reconoce y rechaza. Ya basta.
Diputada Clara Mirabal