A partir de los siete años los niños se están iniciando en consumo de drogas

Desde la ONA Guaicaipuro están haciendo un abordaje integral para combatir el problemas de las drogas en las escuelas
Desde la ONA Guaicaipuro están haciendo un abordaje integral para combatir el problemas de las drogas en las escuelas

Jugar trompo o estrenar la última consola de videojuegos ya no parece figurar en la lista de deseos de los chamos de 7 años, edad a la cual se están iniciando en el consumo de sustancias estupefacientes.

La contundente revelación la hace la comisionada Iskia Hidalgo, a cargo de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) en Guaicaipuro, desde donde se viene realizando un trabajo en las escuelas de la jurisdicción para frenar un flagelo que cada día parece ir agarrando más vuelo, destruyendo hogares altomirandinos.

–Hemos observado que está circulando mucho el llamado Crispy, marihuana genéticamente modificada para acelerar el proceso de adicción, por lo que estamos en un proceso integral de prevención que no solo incluye a los estudiantes sino a representantes y docentes.

La triada no es casual. “Nos han llegado casos de niños con adicción y cuando se hace el proceso de seguimiento se descubre que alguno de los representantes está inmerso en la venta de drogas y en otros casos incluso los adultos son los que instan a los menores a encargarse de una plaza”, relató.

Uno de los casos más contundentes vistos desde que asumió funciones en febrero, fue el de un niño de preescolar opinando en medio de un taller que la droga no es mala porque su papá la vende y gracias a eso le compran todo lo que él quiere. “Vemos que hay hogares donde la droga es parte de la cotidianidad y los niños, futuros adultos, crecen inmersos en ese mundo que lleva a dos caminos seguros: la prisión o la muerte”.

Ante este panorama, se ha hecho énfasis en actividades escolares y el gran sueño de Hidalgo es lograr que la prevención antidrogas sea parte del contenido curricular en todas las escuelas del municipio Guaicaipuro, de manera que en los proyectos los chamos trabajen no solo las drogas ilícitas sino también las lícitas como el cigarrillo y se haga abordaje del tema del alcohol.

–En una sociedad como la nuestra, donde desde el nacimiento hasta la muerte son celebradas con alcohol, es difícil poner límites, por lo que queremos enfocarnos en decir qué va causando en nuestro organismo la ingesta de una cerveza cada fin de semana y la liga de estos productos para nada inofensivos, pero que socialmente son aceptados.

Cada vez disminuye la edad en la cual se hace el principal contacto con drogas

 

Ojo visor

Hidalgo señaló que los padres son una pieza fundamental en la incursión de los niños en comportamientos de alto riesgo. “Nos hemos convertido en padres proveedores: les damos comida, velamos porque tengan lo que necesitan a nivel material, pero pocos son los que ofrecen tiempo de calidad, escuchan lo que nuestros niños y adolescentes tienen que decir y dan amor”.

–En la mayoría de los hogares venezolanos se ve cómo el padre se parte el lomo para que el muchacho tenga televisor y computadora en su cuarto y lo termina aislando, porque vemos que apenas ese estudiante llega de su plantel a casa lo que hace es encerrarse, convirtiendo muchas veces esa habitación en un centro de operaciones que se maneja a través de Internet. Los padres deben comenzar a observar y supervisar a sus muchachos, hablar con ellos, conocer a sus amigos y saber qué contenidos están viendo. Hay que darles las herramientas para que ellos sepan decir no en caso de que alguien, que generalmente es un amigo, le ofrezca droga.

Mano amiga

En la oficina de la ONA Guaicaipuro ubicada en el edificio Hijos de La Unión, piso 1, en la calle Guaicaipuro, prestan asesoría a personas que tengan problemas de drogadicción y las remiten a centros de atención donde las ayudan a desintoxicarse; cuentan con la experiencia de un equipo multidisciplinario que va desde el toxicólogo, pasando por psicólogos y psiquiatras.

“Lo fundamental es que sea la persona que consume la que pida ayuda, porque finalmente tanto consumir como abandonar el mal hábito es una decisión muy personal”, acotó Hidalgo, quien agregó que una de sus grandes alegrías es ver gente recuperada.

–Doy fe de que si se puede salir de ese mundo, solo se debe contar con la voluntad necesaria y solicitar ayuda para superar una situación que va de lo físico a lo emocional, por lo que requiere el apoyo de expertos en el área (…) Muchos de los casos que hemos visto son de personas que se aferran a algo como la fe; comienzan a practicar una religión que les ofrece la fuerza espiritual que requieren para salir del trance y más importante aún, mantenerse limpios de cualquier sustancia tóxica.gf

Johana Rodríguez-jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

Salir de la versión móvil