El 16 de diciembre del año 2013 fueron las últimas elecciones de gobernadores de estados y legisladores regionales y el artículo 160 de la Constitución Nacional establece que el periodo del mandato de estas autoridades es de cuatro años, lo que implica el Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene la obligación constitucional de realizar las elecciones regionales antes de finalizar el año 2016 porque de lo contrario entraría en desacato a la Carta Magna.
Para el politólogo Sergio Graffe, lo más preocupante es que a falta de seis meses para el vencimiento del periodo de los gobernadores y diputados regionales, el organismo electoral no ha publicado el cronograma electoral como indicador de su disposición de celebrar las elecciones para renovar y/o ratificar a los que ejercen estos cargos actualmente; lo que coloca este proceso en riesgo de que no se realice en la fecha que ordena la Constitución Nacional.
Asegura que este no es el único caso en el que la morosidad del CNE se ha puesto de manifiesto debido a que también tiene pendiente para este mismo año organizar el proceso para la renovación del registro de militancia de los partidos políticos que no obtuvieron más del 1% de los votos por lista o que no presentaron candidatos en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre del 2015, y los únicos que superaron estas exigencias fueron el Psuv y la Mesa de la Unidad Democrática.
“En este caso, el problema es tan grave como el primero porque el CNE dejó de cumplir con el cronograma que presentó el CNE para cumplir con la renovación de los partidos después del aviso oficial anunciando la convocatoria, que los partidos hicieran la solicitud para tal objetivo y presentaran los recaudos exigidos, cuyo vencimiento fue el pasado 12 de mayo; pero a partir de esta fecha hubo una insólita paralización del cronograma, porque no publicó el aviso sobre los partidos que cumplieron con los requisitos ni los lapsos, lugares y condiciones para la recolección de las firmas de voluntad que se debía realizar entre el 30 de mayo y el 30 de septiembre”, reseñó.
Hay que destacar –agrega Graffe- que en las normas para regular el procedimiento de renovación de los partidos políticos se podría presumir que existe premeditación y alevosía por parte del organismo electoral porque entre el 10 y el 30 de noviembre tiene previsto tomar la decisión para determinar si el partido político es aprobado o se decreta su cancelación; lo cual implica que ninguno tendrían tiempo para que puedan presentar candidaturas a gobernaciones o diputados regionales aunque sean validados; y ese “lapsus” podría indicar que el CNE tenía no previsto realizar las elecciones regionales para este año, según los lapsos establecidos en esta normativa.
–El último caso se suma a los dos anteriores y está relacionado con la celebración del referendo revocatorio al presidente Maduro, porque el CNE está incumpliendo con las Normas para Regular los Referendos Revocatorios para Mandatos de Cargos de Elección Popular, del 2007, porque el artículo 31 dice que “establecerá mediante un cronograma los lapsos para el proceso de constitución de las agrupaciones de ciudadanos y para la promoción y solicitud de los referendos revocatorios”; y es evidente que ha implementado una exagerada discrecionalidad para “interpretar” estas normas de acuerdo a los intereses del oficialismo y, lo que es peor, ha tomado decisiones contratarías a lo que establece taxativamente el artículo 72 de la Constitución Nacional y tampoco está cumpliendo con la propia normativa aprobada por los rectores en el año 2.007.
Graffe asegura que de los tres casos descritos el CNE tiene la obligación de resolver los dos primeros este año porque obedecen a mandatos constitucionales y normativos y el tercero depende de requisitos exigidos a la Mesa de La Unidad Democrática (MUD) como promotora del referendo revocatorio presidencial a Maduro; “pero hasta ahora la oposición está superando todos los complicados obstáculos que le han puesto y la ruta de revocatorio es posible cumplirla este 2016, con lo cual entraría en una morosidad peligrosa si tampoco la facilita”.
–El CNE está a punto de generar un colapso electoral en Venezuela porque de los tres procesos planteados para este año no hay indicios concretos de que esté trabajando en los aspectos logísticos y técnicos para celebrar ninguno de los tres y esta negligencia e irresponsabilidad burocrática está poniendo en alto riesgo la paz del país porque si al pueblo no se le permite la posibilidad de expresar su voluntad a través de voto podría salir a las calles a exigir sus derechos de forma descontrolada porque los niveles de escasez, inflación e inseguridad han convertido el cambio de gobierno en una necesidad social; a menos que ese sea un escenario planificado por el gobierno nacional y que el CNE se esté prestando para que se produzca una situación donde las elecciones de cualquier tipo queden abolidas y con lo cual sería la formalización de la dictadura madurista.
Daniel [email protected] / @dmurolo