Comerciantes tuvieron que negociar para que el paso fuera reabierto en dirección a Caracas
Congestionado estuvo el tránsito vehicular por la carretera Panamericana la mañana de este sábado en dirección a la capital de la República, luego de que un grupo de compradores se molestara por la abrupta suspensión en la venta de pañales y decidiera impedir el paso por ambos canales.
El hecho se registró a la altura del Centro Comercial Club de Campo, donde funciona un Locatel, que según clientes consultados fue surtido con el producto infantil, pero “aún quedando mercancía porque nosotros podíamos ver desde afuera, dijeron que se había acabado; así que la gente se molestó, incluyéndome, y cerraron el paso”, confesó Maritza Gutiérrez, residente de San Antonio de los Altos.
–Estamos hartos de tanta arbitrariedad. No solo hay que lidiar con la inflación y la escasez, sino con las triquiñuelas de algunos comerciantes. No solo le dan prioridad a sus trabajadores y amigos cada vez que llega mercancía, sino que además tienen el tupé de acaparar mercancía para, supongo, revenderla a sus panas los bachaqueros. La gente se cansó de la humillación y trancó.
La acción de calle se extendió por aproximadamente una hora. Incluso algunos de los conductores que quedaron atrapados en la cola se bajaron de sus carros para solidarizarse con los protestantes.
“El hambre no espera. Estamos hablando de un producto fundamental para los infantes y ni aún así tienen piedad con el pueblo (…) Que Dios nos agarre confesados porque los chavistas entregaron nuestra Venezuela al mismísimo demonio”, dijo Héctor Casares, quien apoyó la protesta.
Tras la llegada de comisiones policiales y un acuerdo con trabajadores del local, el paso fue reabierto aproximadamente a las 10:15 a.m. de ayer.
Johana Rodríguez
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