Pocos lugares de Venezuela pueden decir que albergaron la reliquia de Nuestra Señora de Coromoto, y este es el «El bosquecito de María», como popularmente le llaman a la casa de oración Ana María Pérez Rendiles, convento que funge como hogar de Las Siervas de Jesús, ubicado en la calle José Manuel Álvarez del municipio Carrizal, entre Los Teques y San Antonio de los Altos.
El Hogar de las Sirvas de Jesús ha dado cobijo a la reliquia de Nuestra Señora de Coromoto
Desde hace años este lugar es epicentro de reflexión, milagros y revelaciones marianas, al igual que el santuario de la Virgen de Betania, ubicado en la carretera nacional Cúa-San Casimiro. Cada viernes los feligreses pueden recorrer este bosquecito y pasar por las 14 estaciones del viacrucis que allí están representadas.
La madre de las Almas Consagradas se manifestó el 6 de febrero de 1993 a tres hermanas de la congregación y la familia Padrón, que estuvieron presentes y vieron los destellos de luz, momento después de la adoración del Santísimo.
«Venid a mi puerto de salvación», fue el llamado que hizo la madre a las personas que presenciaron esa noche su manifestación de rayos de luz sobre una planta. Sólo una de las tres religiosa, la hermana Mary Carmen, pudo verla y fungir como interlocutora para transmitir a los presentes sus mensajes dirigidos a la humanidad, muy especialmente a las «almas consagradas como los feligreses y sacerdotisos, cuya misión es servir a Cristo».
Días después se encontró escarchas de todos los colores en el piso, en los cuartos y en las paredes. Este fenómeno se fue extendiendo entre los pobladores como lo había predicho la virgen en mensaje a los presentes el 9 de febrero de 1993: «esta manifestación se extenderá en el mundo entero como una fuente de gracia y señal de mi cercanía».
Pola Del Giudice