Con su esposo, dos hijos, un sobrino, media docena de perros y un amigo en situación de calle, Josmar Montilla celebrará hoy la Navidad; este año no será en la plaza Danilo Anderson, donde vivió los últimos cuatro años, sino bajo un nuevo techo: el anfiteatro que construye Corpomiranda en la avenida Bolívar.
“El alcalde (Francisco Garcés) me permitió vivir aquí con la condición de que limpie y cuide la obra”, reseña la mujer, quien en compañía de su esposo decoró con flores de papel el primer piso de la estructura, paralizada por falta de recurso hace algunos meses.
Narró que la semana pasada le llegó una “orden de desalojo” del lugar que consideró su hogar temporal por cuatro años, “llegaron y me dijeron que debía abandonar la plaza, les dije que nadie me movía sin que me garantizarán un techo”.
“Lo hicieron para resguardar mi vida, cosa que le agradeceré siempre a Garcés, yo le planteé que me permitieran vivir acá mientras se soluciona lo de mi casa ( …) ya mi terreno está, si Dios quiere en enero comienzan a construir mi casita”, puntualiza.
El lugar al que se mudó hace pocos días no cuenta ni con energía eléctrica ni agua potable, con cortinas y cartón acondicionó el sitio dividiendo el espacio en busca de privacidad. Cocina en un fogón de leña y cría media docena de perros que fueron abandonados.
“No por ser de la calle, aunque yo no me considero de la calle porque yo perdí mi casa, también tenemos derecho (…) el alcalde que nosotros tenemos no nos margina, ¿qué no nos atiende al momento?, se entiende porque es un hombre muy ocupado, yo supe esperar, no me dio una casa para pasar la navidad pero agradezco que por lo menos un techo donde estar este 24 con mis dos hijos pequeños me garantizó”, reseña.
Josmar es madre de dos niños, asegura que por su condición no los ha podido tener con ella y es su madre, quien vive en Lagunetica, quien los cuida, “ellos están muy emocionados porque por fin estarán conmigo esta Navidad, uno es diabético y el otro sufre del corazón”.
Asegura que con lo poco que tiene tratará de hacer una cena hoy. “Le pediré mucho a Dios por el gobierno, pedirle que Chávez nos ayude desde arriba y que cese la guerra porque aquí no sufren los que están en el gobierno, aquí sufrimos los que estamos en la calle, los que el gobierno no alcanza a ver, porque Francisco sí se digna a llegarse a la calle, pero a mi me gustaría también que Nicolás Maduro se llegue hasta aquí y viera la situación que se está viviendo en Guaicaipuro, porque Francisco solo no puede”.
Agregó que comparte el espacio con otro hombre en situación de calle que sufre de Parkinson. En cuanto a la comida indica que una parte se la entregan en Mercal gracias a la ayuda de Ivan Ledezma “él es nuestro ángel de la guarda”, mientras que otra se la regalan en restaurantes de la zona. “Mi esposo en las ferias campesinas consigue verduras, la señora de los pastelitos a veces nos regala y para la comida de los perros hay que revisar la basura para sacarla”, reseña mientras acaricia a Francisca –nombre que le colocó en honor al alcalde-, uno de los tantos canes que alimenta, “soy proteccionista de los animales”.
“Todo los días lo digo y lo mantengo, moriré siendo chavista, ni porque no tenga un techo o que comer yo moriré siendo chavista y con mi enfermedad se que moriré igual que mi comandante , con cáncer y dando la pelea”, puntualizó.
Daniel Murolo – [email protected] / @dmurolo