El drama de los hijos de las privadas de libertad comienza cuando a sus pocos años de vida y sin entender el contexto, son separados abruptamente de sus familiares. Hay niños que tienen a ambos progenitores detenidos y otros que nacen con uno de sus padres en prisión. Contener los traumas que generan estas experiencias es parte de la labor que realiza el Hogar San José, ubicado en la urbanización El Sitio en San Antonio de Los Altos, estado Miranda.
Actualmente, el albergue cuenta con 22 niños entre los 3 y 11 años de edad. Allí, reciben apoyo psicológico, pedagógico y nutricional. La finalidad es contribuir con el cuidado integral de los pequeños para que puedan desarrollar una infancia con valores y contar con los mismos derechos que el resto de sus pares.
La realidad venezolana relacionada al alto costo de la vida y a la escasez de alimentos y medicamentos no ha impedido que la labor se mantenga. Un grupo de voluntarios se ha organizado realizando bazares benéficos y otras actividades para ayudar a la Comunidad Católica Jesús es Señor que asumió hace dos años las responsabilidades de esta Casa Hogar fundadada en 1980.
“Los voluntarios son personas increíbles dispuestas al servicio al prójimo, sus acciones han motivado campañas muy buenas porque hay quienes pensaban que el hogar estaba cerrado”, expresó la hermana María José González, directora del albergue. “Estamos muy agradecidos con todos nuestros colaboradores. Es Dios quien hace la obra. Es Dios que se mueve. Es Dios manifestándose”, añadió.
Los interesados en sumarse a esta maravillosa labor dedicada a ayudar los más indefensos, puede hacerlo comunicándose al número telefónico 0414-2465177 ó realizando su contribución a través del número de cuenta corriente ASOCIACIÓN CIVIL HOGARES DE LA ESPERANZA CUENTA CORRIENTE BANCO VENEZUELA
RIF- 29493447-1 CTA. N°- 0102 0143 8600 0004 4037
Debido a la escasez también reciben arroz, pasta, granos, azúcar, leche, harina y medicamentos como: antigripales. /DM
