Maduro podrá tener equivocaciones y nosotros no estar siempre de acuerdo con su forma de gobernar, pero de ahí a ser un pelele vende patrias hay años luz de diferencia
Pobre Venezuela, se desvive por sus hermanos descarriados y estos le pagan con una puñalada por la espalda. Todos somos testigos de que en cualquier emergencia latinoamericana los primeros países en ofrecer ayuda humanitaria son Cuba y Venezuela. En cualquier ataque neoliberal son los que sacan la cara por todos. Cuando esto sucede muchos corren a esconderse debajo de la cama y otros a ponerse a gatas.
De los que se ponen a gatas, 12 firmaron un comunicado mostrando preocupación por la “situación” en Venezuela. Por los presos políticos. ¿Cuáles?, si los que están en la cárcel es porque tienen las manos manchadas de sangre y son autores intelectuales de revueltas que acabaron con vidas de personas inocentes; y todo por su afán de privatizar todo y vender la tierra a extranjeros.
Guatemala, como era esperarse, fue uno de los primeros en firmar. Como guatemalteca les digo a los hermanos venezolanos que Jimmy Morales solamente representa a la parte de la sociedad oportunista y traidora, jamás a los pueblos originarios y a la clase trabajadora; nosotros estamos con Venezuela. Y me atrevo a decir lo mismo de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, México, Chile, Colombia, Perú, Panamá y Honduras. Como se pueden dar cuenta, los países firmantes están tomados por clicas criminales. Entre ellos Canadá y Estados Unidos, no hay que creerle nada el niño bonito de Canadá, que, como los arribistas, solo es bueno para las fotos.
Hablando propiamente de Latinoamérica, nos preguntamos todos, ¿con qué moral estos 12 países se atreven a inmiscuirse en asuntos políticos de Venezuela? Argentina, que en los gobiernos de Néstor y Cristina fue un poema, ahora está en los huesos gracias a los atracadores de la banda de Macri. Lo mismo en Brasil, que con golpe de Estado, infestaron el gobierno y vemos en lo que han convertido al país en pocos meses.
A Santos, ¿quién le cree lo de su deseo de la paz? Recibió el Nobel por gusto, pertenece al mismo clan delictivo de Uribe. Chile, con Bachelet, ¡habrase visto! En lugar de que esté firmando para darle mar a Bolivia, ahora está metiéndole zancadilla a Venezuela. Uruguay, que sin Mujica dejó de ser soñador, y Honduras, que después de Zelaya es un estercolero. No nos fiemos de Costa Rica, que de humanitario ese presidente no tiene ni el hoyo de las muelas. Panamá, infestado de “pro familias”, no piensa más que en abrir los bancos a las bandas delictivas que ahí van a lavar dinero.
México, con el pelele de presidente, marioneta de la burguesía, se pone a gatas imitando a Carlos Salinas de Gortari; buen alumno resultó Peña Nieto, además de asesino como Calderón, pues entre los dos han llevado a cabo un genocidio en su propia tierra, arrasando con todo el que se atreva a levantar la voz. ¿Con qué moral cuestiona a Maduro si su país está lleno de fosas clandestinas? Y Perú, pobre Perú, que le llueve sobre mojado.
Como podemos ver, no hay autoridad moral para que estos 12 países se inmiscuyan en la política interna de Venezuela. Maduro podrá tener equivocaciones y nosotros no estar siempre de acuerdo con su forma de gobernar, pero de ahí a ser un pelele vende patrias hay años luz de diferencia.
A leguas quienes no están cumpliendo con los requerimientos de soberanía son estos 12 países firmantes, que nos consta a todos la forma en que sus gobiernos oprimen a sus pueblos. Pero claro, es Estados Unidos el que está llamando a la confabulación y ellos como buenos desleales, pues obedecen o dejan de recibir las marmajas. ¿Y qué buen conspirador va a renunciar a las cuentas bancarias? ¿A los beneficios de su clase?
Tampoco es la primera vez ni será la última. La OEA siempre ha sido un ente a beneficio de Estados Unidos y los traidores; no será el último ataque, esto es cosa de todos los días. Y la gran Venezuela, como vemos todos, ha resistido dignamente, porque en ella habita el corazón de Bolívar y la sangre hirviente del niño arañero. Porque en Venezuela habita la dignidad de un pueblo honrado y leal.
En cuanto a los 12 gobiernos latinoamericanos firmantes, como ya se ha dicho en estos casos: por culeros los conocerás.
Ilka Oliva Corado
aporrea.org
