“La desmoralización de las bases populares del madurismo es producto de una evaluación negativa sobre la brutal arremetida del gobierno contra las manifestaciones pacíficas de la oposición y por la negativa a realizar las elecciones generales”, aseguró el politologo Sergio Graffe.
Indica que es por ello que las autoridades del Psuv recurren al único mecanismo que les queda como es “obligar a los empleados públicos y pagar a motorizados para que participen en las actividades que convocan porque perdieron la calle y son pocos los voluntarios del pueblo los que asisten a estos eventos, cada vez más escuálidos”.
Un ejemplo evidente –agregó el dirigente de Copei- fue la supuesta marcha que realizaría el madurismo en Los Teques el jueves pasado pero que la cambiaron a última hora por una concentración al frente de la alcaldía para no pasar la pena de cruzar la ciudad con los menos de 1.000 empleados que lograron reunir provenientes de las distintas instituciones del poder central que hacen vida en Los Teques.
Asegura que la referida concentración estivo repreta de trabajadores del “Metro, Intevep, Hidrocapital, Cantv, Electricidad de Caracas, Contraloría del estado, de la propia alcaldía y el Concejo Municipal; y para lo cual el día anterior repartieron cajas de los Clap, amenazaron con “pasar lista” como lo comprueba un sonido de una legisladora regional de Miranda y hasta hay denuncias de despidos; y por el contrario, el día siguiente en la marcha hasta Ramo Verde para exigir la liberación de los presos políticos, la proporción fue de 20 a 1 a favor de la oposición”.
-De lado de la oposición se observa que existe una reconexión de los seguidores con la dirigencia agrupada en La Mesa de La Unidad, porque después de una represión brutal, decenas muertos, cientos de heridos y miles de detenidos las manifestaciones pacíficas son cada vez más numerosas y caracterizadas por la asistencia voluntaria durante casi un mes, a pesar del cierre de las estaciones del Metro y de los accesos a Caracas.
Asegura que cuando se hace una comparación objetiva entre las manifestaciones de ambas fuerzas políticas (oposición y oficialismo) la conclusión es que en esta guerra de desgaste el mayor empuje y voluntad están del lado de una mayoría que reclama un cambio a través de unas elecciones generales en contra de los que le tienen terror a medirse ante la voluntad popular por no perder el poder y sus prebendas.