Incertidumbre y resignación dibujan los rostros de los habitantes del sector casco central de San Antonio de los Altos ante un posible aumento de la gasolina, la noticia no causa asombro ni estupor y es que la mayoría solo trata de sobrevivir.
“Que la aumenten, total… Lo único que no aumenta son las ganas de seguir viviendo aquí con lo caro que se ha vuelto todo”, afirmó Rosio Hernandez habitante del sector y es que para ella no representaría más que el aumento exagerado de todos los alimentos, bienes y servicios. “Ya que aumenten algo se vuelve costumbre aquí”.
Asimismo para el comerciante sanantoñero Ramon Iglesias, dolarizar el país es la solución a tanta inflación y descontrol económico, según este el gobierno se arriesga a un estallido social en caso de aplicarse el posible incremento.
Por su parte Christian Flores, empleado de la bomba ubicada en el caso central del pueblo de San Antonio, indicó que en un país petrolero como Venezuela el carburante debería ser gratis. Subrayó que actualmente se encuentran trabajando con lo que le suministren, a veces de 91 o a veces de 95.
Y es que esta semana el constituyente David Paravisini aseveró que desde la Comisión de Economía de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), están trabajando en el posible aumento de la gasolina.
“Podemos plantear el aumento del precio de la gasolina para seguir el parámetro de cómo asumieron los iraníes la disparidad de los precios tan bajos, el país necesita estabilidad dentro de este clima de sanciones”, expresó en una emisora privada.
Además, el constituyente hizo referencia a un escenario económico irregular en Petróleos de Venezuela (Pdvsa). “Hay una situación que tiene que ser abordada desde dentro, y el Presidente de la República lo está haciendo”.
Aspecto social
El precio risible de este derivado del petróleo es causa de distorsiones y manifiesta un impacto en los altos niveles inflacionarios del país. El gobierno y la petrolera estatal simplemente no reciben suficientes bolívares por cada litro de gasolina.
La última vez que se aumentó en el país fue en febrero de 2016. En esa oportunidad, el Presidente fijó el precio en 1 bolívar el litro de 91 octanos, mientras que la de 95 octanos quedó en 6 bolívares, aunque cuesta más del doble en producirse.
La subida de la gasolina es una medida que se ha manejado siempre con especial precaución y cuidado en Venezuela después de que un alza del carburante, entre otras medidas, provocara el estallido social de 1989 contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez, conocido como el «Caracazo».
El precio tan bajo de la gasolina venezolana produce a su vez el contrabando del combustible en las zonas fronterizas con Colombia, donde el precio es notablemente más elevado.
Estefani Capote