La Comisión Interamericana de Derechos Humanos constató que desde los comicios efectuados el pasado 20 de octubre, fallecieron 36 personas por la violencia en la nación plurinacional
WASHINGTON. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), una investigación internacional debe esclarecer la violencia en Bolivia, tras las fallidas elecciones de octubre, incluidas las “masacres” de civiles.
Un Informe difundido este miércoles 11 de diciembre por esta Comisión de la Organización de los Estados Americanos (OEA), califica de “Masacres” las muertes de civiles en dos ciudades bolivianas, entre otras posibles violaciones de Derechos Humanos como “Ejecuciones Extrajudiciales“.
El documento es el resultado de una visita de observación de la CIDH por “invitación del Estado” boliviano entre los pasados 22 y 25 de noviembre a cuatro ciudades de Bolivia, entre ellas Sacaba y El Alto.
En ambas localidades murieron 18 seguidores del expresidente Evo Morales, la mayoría por disparos de armas de fuego durante una incursión de las fuerzas del orden para contrarrestar las protestas.
Poco después el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, calificó de sesgado y unilateral el informe y prometió presentar pruebas.
“Este informe favorece el narcoterrorismo”, mencionó en referencia a muertes que pudieron ser provocadas por infiltrados con la supuesta intención de culpar al gobierno.
También la Defensoría del Pueblo de Bolivia, contabiliza al menos una veintena los fallecidos, diez en Sacaba, el pasado 15 de noviembre y otros diez en El Alto, el 19 de ese mes.
El informe de la CIDH advierte de que en ambos casos fuerzas policiales y militares “habrían abierto fuego contra la población civil“.
En este sentido, detalla el documento que “estos hechos pueden caracterizarse como Masacres dado el número de personas que perdieron la vida en un mismo modo, tiempo y lugar.