Se realizaron 19 manifestaciones en el año. Una cifra que, ajustada a los 365 días del año, pudiera verse como baja. No obstante, para un municipio de 358.221 habitantes es significativo. La gente reclama el servicio con más frecuencia, por eso se mantiene en la calle exigiendo este derecho que, en promedio, les falta un mes continuo
La falta de agua se convirtió en el problema social más frecuente para los habitantes del municipio Baruta. Según Omar Villalba, director del Observatorio Vecinal de Servicios Públicos, en los municipios Baruta y El Hatillo este 2019 se realizaron 19 protestas para exigir la restitución del servicio.
Para un año completo, 19 (solo dos el día 16 de diciembre) pudiera parecer una cifra pequeña. Sin embargo, Baruta, con una población de 358.221, según el INE, se ha mantenido en la calle porque hay comunidades, principalmente de los sectores populares, que han pasado hasta 15 días sin agua por tuberías.
Desde 2015, cuando la empresa Hidrocapital presentó su plan de abastecimiento (racionamiento), amparado en las consecuencias del fenómeno atmosférico El Niño, ya la población se veía afectada por la falta de agua.
Para 2018 continuaron los cortes programados. Con los apagones de 2019 la crisis se hizo más fuerte. De 84 horas de cortes, se pasó a más días sin el servicio y eso se evidenció en las acciones de calle.
Según Villalba, 2019 duplica en más de la mitad las protestas vistas en 2018: “Luego del primer apagón, en marzo, todas las estaciones quedaron muy sensibles. A cada rato hay bajones y eso afecta a toda la red de servicios domiciliados”.
Recopilando el promedio total, se atrevió a decir que hasta un mes sin agua pasaron los vecinos este año.
Explicó que en ocasiones sucede que están sin el suministro y que cuando se los van a restituir se cae el bombeo por cortes eléctricos en los Valles del Tuy. Eso hace que en vez de un ciclo sin el servicio sean dos.
Así se alarga el tiempo de espera. Y es por eso que por redes sociales hay comunidades que informan que están secas como camellos por dos semanas o 20 días.
El casco de Baruta, Ojo de Agua, Monte Rey, Santo Domingo, Santa Inés y los sectores populares de Las Minas son los que con más frecuencia se quejan de los cortes.
Hay otro factor: la cantidad de fugas por tubos rotos. Villalba calcula que 10 % del agua se pierde en las calles.
Muchas de las fracturas de los tubos son por falta de mantenimiento. Aunque ahora hay otro problema y es el hecho de que muchos vecinos tienen minibombas de agua, lo que llaman caimanes, y esto está afectando la aducción en muchas comunidades altas.
Claro está, es una respuesta que los habitantes han dado a la falta del servicio. “Si está pasando agua por la tubería de la calle y no entra en mi casa, uno busca la solución. Lo otro es cargar tobos, como hace la mayoría de la gente. Y ya no es una cuestión de los más pobres. También los más pudientes padecen los mismo y hasta más por la falta de agua”, dijo Ana Cáceres, habitante de Las Minas de Baruta.
Otros compran cisternas de 10.000 litros de agua a un costo de 70 u 80 dólares.
Algunas protestas, que han sido pacíficas y no políticas, han tenido lugar en Hidrocapital. Las respuestas son que van a “normalizar” el suministro.
En algunos sectores ha ocurrido, pero la realidad es que la dependencia del sistema eléctrico y la no inversión en las estaciones de bombeo, cada vez más deja secos a los vecinos.
Tan es así que Villalba, quien fue concejal por Baruta, destacó que la gente ha manifestado a través de las encuestas que hace por el Observatorio que, por lo menos, los días 24, 25, 31 y 1° de enero les envíen agua.
“Una petición que hacen con desesperación, a diferencia del año anterior, cuando lo que pedían era un cambio político. Lo que demuestra que la crisis por la falta de agua se agudizó este 2019”, afirmó.