Ha aumentado la venta de bofe e hígado de pollo “porque son más baratas y se pueden preparar con bastante aliño para que rindan más”, expresan los carniceros, quien reiteran que las vísceras se las llevan como pan caliente.
“La gente viene a buscar con qué alimentar a la familia y se llevan hasta donde les alcance lo que cobran. ¿ Y qué se llevan, pues corazón, hígado de pollo, bofe”, detalla José Rivero, carnicero en Maiquetía.
El kilo de carne molida donde labora Rivero se consigue en Bs. 245.000, la de guisar en 255.000, el solomo de cuerito en 264.000; mientras que las paticas de pollo están en 110.000, bofe en 156.000, la panza de res en 186.000, corazón en 190.000 y el hígado en 210.000.
El sueldo no alcanza para comprar salado
Los compradores se las han visto cuesta arriba por los precios en las carnicerías. “El sueldo actual no nos deja comprar salado. Muchas veces tenemos que comer huevos en el desayuno, almuerzo y cena porque alcanza para varias personas”, indica Gilmary la Cruz.
Mientras que Jorge Rodríguez afirma que “a duras penas nos alcanza el salario para comprar víveres, menos para la proteína que se disparó”.
Lamenta que “esta hiperinflación nos está matando de hambre. Mantiene los precios arriba, a pesar de que el mismo dólar por el que se rige baja”.
Resalta que “el Gobierno debe tomar cartas en el asunto con los precios y no dejarnos en promesas vacías”.