El sector privado nacional presentó su propuesta de un plan de vacunación con una previsión inicial de 6.000.000 de dosis que puedan traerse a Venezuela y completar su aplicación en cuatro meses y medio.
La meta es que las empresas privadas venezolanas paguen las vacunas y un conjunto de los trabajadores de estas compañías y sus familiares puedan beneficiarse de forma gratuita. Además, el plan contempla la donación de 1.200.000 vacunas del cargamento total, que serían administradas a grupos de venezolanos vulnerables que sean listados y propuestos por el Ejecutivo nacional.
Este plan de vacunación privado acaba de ser enviado a los representantes del Ejecutivo y de la nueva Asamblea Nacional para que evalúen su aprobación definitiva. Su diseño tomó tres meses y contempla todas las fases del proceso, que va desde la importación de las vacunas hasta la creación de un sistema digital para repartir las citas y la aplicación en un conjunto de 100 clínicas privadas en distintas regiones del país.
Monitoreo completo
La Academia Nacional de Medicina, la Red de Epidemiología, Médicos Unidos de Venezuela, la Asociación Venezolana de Clínicas Privadas y hasta representantes de las iglesias católica y judía fueron parte del diseño de este plan de vacunación privada.
“Es importante controlar la cadena de frío desde el país que se importa. Por eso, vamos a pedir un embalaje o empaque pasivo que garantice la preservación de la temperatura de las vacunas hasta por ocho días en el traslado” detalló Antonio Orlando, presidente de Meditron, que es la empresa privada que estaría encargada de toda la fase de recolección, distribución y monitoreo de las vacunas importadas.
Este plan de vacunación privada fue diseñado para que se reciban ocho embarques distintos cargados con 750.000 vacunas y que llegarán a través de vuelos chárter a Venezuela. Esto puede beneficiar a 6.000.000 de venezolanos si se compra la vacuna de una sola dosis o a 3.000.000 de personas, en el caso de cualquiera de las vacunas que requieren doble dosis de aplicación.
Su distribución se haría en camiones comunes hasta las neveras centrales de distribución en las distintas ciudades del país y en algunos otros casos con camiones cava que puedan preservar la temperatura requerida de -18 grados centígrados o de entre 2 y 8 grados centígrados, de acuerdo a las vacunas que se compren.
Las 100 clínicas privadas participantes habilitarían una zona especial de vacunación con un mínimo de cinco módulos para la atención al público. Aunque lo clave es que el plan también hizo los cálculos de todos los materiales y equipos necesarios para llevarlo a cabo: los camiones, las neveras de refrigeración, las inyectadoras, los equipos de protección y el personal necesario.